A punto de entrar en el último mes para presentar la declaración de la renta, muchos contribuyentes esperan aún para saber si Hacienda acepta la propuesta que ha presentado o, si aún no han cumplido con el trámite, se preguntan cómo hacer para que les salga a devolver.

Pero, ¿de qué depende que la declaración de la renta me salga a devolver o a pagar? La respuesta no es sencilla, ya que hay que tener en cuenta, evidentemente, cada caso particular: nivel de ingresos, estado civil, personas a cargo o posibilidad de deducciones por diferentes motivos.

Resumiendo, obtener una Declaración de la Renta a devolver significa que el importe por IRPF abonado a lo largo del año ha sido mayor al que debería haber pagado para su situación concreta según los baremos establecidos por Hacienda. Y al revés en el caso contrario.

Para tratar de saber cuál será el resultado, podemos comprobar algunas cantidades siguiendo una serie de pasos:

-Primero, hay que tener claros los ingresos. Estos pueden ser por rentas del trabajo, por cuenta propia (autónomo) o por rendimientos de capital (depósitos, fondos, acciones€). Todos sumados darán como resultado la llamada base imponible del IRPF.

-De estos ingresos, en todo caso, se pueden restar las llamadas reducciones (por el pago de cuotas a partidos políticos, por hacer la declaración conjunta, por aportaciones a planes de pensiones y otras).

-El resultado final tras esta hipotética resta es la base liquidable, el importe final sobre el que se calculará el IRPF.

-A esa cantidad se aplican los tipos impositivos, teniendo siempre en cuenta los importes mínimos personales o familiares.

-En este punto hay que tener en cuenta también las posibles deducciones (por hijo, por vivienda, etc). En cualquier caso, estas deducciones están ligadas a las retenciones practicadas durante el año, de forma que nunca podremos deducirnos una cantidad que supere esa cifra. De aquí sale la autoliquidación, que es la cantidad que corresponde pagar en el ejercicio.

-Pero hay que tener en cuenta, por último, los pagos a cuenta, es decir, los impuestos que se van abonando poco a poco durante el año.

-El resultado de la declaración sale de la diferencia entre la autoliquidación y los pagos a cuenta.