El Banco de Inglaterra decepcionó hoy a los mercados al dejar intactos en el 0,5 % los tipos de interés en el Reino Unido, pero indicó que podría recortarlos en agosto para afrontar los desafíos económicos relacionados con el Brexit.

El comité de política monetaria de la entidad decidió, por 8 votos contra 1, que es prematuro rebajar el precio del dinero, al valorar que la mayor parte de los sectores productivos ha aguantado con "solidez" el impacto económico del voto favorable a la salida de la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio.

No obstante, el acta de la reunión mensual de este comité señala que "la mayoría de los miembros espera una suavización de la política monetaria en agosto".

El banco central ha decidido asimismo mantener intacto su programa de expansión cuantitativa, que introdujo en marzo de 2009 y que está congelado desde noviembre de 2012 en 375.000 millones de libras (445.000 millones de euros, al cambio de hoy).

En este sentido, el acta del encuentro revela que el comité "está analizando varios paquetes de medidas", que podrían concretarse en su próxima cita, el 4 de agosto.

Tras analizar los indicadores económicos, el Banco de Inglaterra ha constatado que la economía nacional, sobre todo los poderosos sectores bancario y financiero, ha reaccionado bien al panorama posreferéndum.

De hecho, prevé que el producto interior bruto (PIB) habrá crecido hasta el 0,5 % en el segundo trimestre de este año, comparado con el 0,4 % que registró entre enero y marzo.

Sin embargo, los datos que indican un enfriamiento del mercado inmobiliario y la caída de la confianza del consumidor y de las empresas, así como de la inversión, son motivo para valorar un estímulo monetario en agosto.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, había indicado en una de sus primeras intervenciones tras el plebiscito, en el que un 52 frente a un 48 % de los británicos votó por salir de la UE, que podría plantearse un recorte de los tipos hoy o el mes próximo.

Esto había llevado a los mercados a apostar en un 80 % por que la entidad rebajaría hoy mismo los tipos hasta el 0,25 %, lo que hubiera marcado un nuevo mínimo histórico.

Los tipos de interés británicos están en el mínimo del 0,5 % desde marzo de 2009, cuando el banco, entonces dirigido por Mervyn King, introdujo también su programa de estímulo económico a fin de hacer frente a la recesión causada por la crisis crediticia global.

Un recorte de los tipos beneficiaría el crédito y el mercado inmobiliario, pero perjudicaría los ahorros y presionaría a la baja a la libra esterlina, que después del voto favorable al Brexit se depreció hasta su nivel más bajo desde 1985.

Tras conocerse la decisión de hoy, la libra repuntó frente al dólar, un 1,73 % hasta situarse en 1,337 dólares, y frente al euro, con un aumento del 1,13 % hasta los 1,198 euros.

El Banco de Inglaterra ya anunció después del referéndum varias medidas para tranquilizar a los mercados, que se desplomaron significativamente tras el plebiscito.

Por ejemplo, la institución ha relajado las exigencias de capital de reserva a la banca a fin de que tenga margen para prestar hasta 150.000 millones de libras (o 177.000 millones de euros) más a los hogares y los negocios.

Además, ha puesto a disposición del sector bancario 250.000 millones de libras (unos 295.000 millones de euros) de capital adicional para facilitar su financiación.

Tras el anuncio de hoy, la Bolsa de Valores de Londres subía un 0,15 %, hasta 6.680,26 enteros, aupada por las mineras, los bancos y las aerolíneas.