Trinatario Casanova, dueño del grupo inversor Baraka, ultima la compra del Edificio España, puesto en venta por Wanda, han confirmado hoy a Efe fuentes cercanas a la operación, que han apuntado que la oferta del empresario alicantinoha superado los 265 millones de euros que en su día pagó el grupo chino.

Según la misma fuente, la operación ha superado las expectativas del vendedor y, en todo caso, la venta no se cerrará hasta después del verano.

Esta sería la segunda gran operación inmobiliaria protagonizada por Casanova en Madrid este año, tras vender con fuertes plusvalías el número 44 de la Gran Vía de Madrid, edificio que adquirió a Bankia y que pocos meses vendió al grupo Hines con 2,6 millones de ganancias.

Poca información biográfica existe de este empresario sin formación académica nacido en la provincia de Alicante en 1964, que desarrolló su carrera empresarial en la región de Murcia hasta dar el salto al mercado nacional e internacional a través del grupo inversor Baraka.

En 2015, compró a Peugeot España la sede que tenía en la Avenida de los Toreros, operación que estuvo asesorada por las consultoras BNP Paribas Real Estate y JLL, a la que, a su vez, Wanda encargó la venta del Edificio España, una operación sobre la que la consultora ha rehusado hacer comentarios.

A comienzos de junio, un juzgado de Madrid condenó a Casanova a un año de prisión, por un delito contra el mercado y los consumidores tras difundir falsos rumores de opa en el Banco Popular para aumentar el precio de las acciones en 2008.

El fallo inhabilita al promotor murciano para intervenir en el mercado financiero durante el tiempo de la condena.

En febrero, el grupo inmobiliario chino Wanda encargó a la consultora JLL la venta del Edificio España de Madrid, inmueble que adquirió al Banco Santander en junio de 2014 por 265 millones de euros.

Wanda puso a la venta el inmueble tras "reconsiderar" las obras de reconstrucción" del edificio y tras semanas de rumores sobre su posible retirada del proyecto.

A mediados de enero, se conoció que la filial española Wanda Development Madrid, encargada de las obras de remodelación, había decidido cerrar, lo que implicaba el despido de una veintena de sus empleados y desató los rumores sobre un posible fin del proyecto.

La multinacional china adquirió el emblemático edificio con el objetivo de poner en marcha un hotel, viviendas y un centro comercial a sabiendas de que el inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo, según la versión del Ayuntamiento de Madrid.

Wanda abogaba por derribar y reconstruir la fachada, protegida como patrimonio, con un diseño idéntico al actual, algo que no admitió el consistorio madrileño.

La firma china también posee un 20 % de las acciones del Atlético de Madrid y está detrás de la llamada Operación Campamento, un proyecto de ocio y viviendas que podría suponer una de las mayores inversiones en la historia de la capital española, por valor de unos 3.000 millones de euros.