Los trabajadores con discapacidad cobraron en 2014 un salario anual bruto medio de 19.023,1 euros, un 17,1 % menos que las personas sin discapacidad, cuyo sueldo medio se situó en 22.958,2 euros, según los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos reflejan que en términos netos mensuales, es decir, descontando las deducciones fiscales y las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo del trabajador, la diferencia salarial se redujo al 11,2 %. Las personas con discapacidad también ganaron menos en 2014 que en 2013, en concreto un - 0,6 % y las diferencias con respecto a las que no tenían discapacidad fueron mayores entre los hombres con un salario de un 20,8 % inferior, mientras que para las mujeres la cifra bajó a 15,5 %.

La desigualdad entre el sueldo de un hombre con discapacidad y de una mujer en la misma situación fue de un 18,4 % inferior para ellas, una disparidad que en el caso de la población sin discapacidad se eleva al 23,5 % en detrimento de ellas. Los trabajadores con discapacidad con un nivel bajo de estudios -sin estudios o primaria- tuvieron un salario anual bruto superior en un 2,5 % al del resto de la población con el mismo nivel de estudios.

En puestos altos como directores y gerentes, técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo, las personas con discapacidad aumentaron su brecha salarial respecto a 2013. Las mayores discrepancias salariales se deben, según la estadística del INE, al tipo de discapacidad, de forma que los sueldos más elevados fueron para aquellas personas con discapacidad sensorial, seguidas de las que tenían una física y otras, con sueldos que superaron la media en un 11,7 % y 5,5 %, respectivamente.

Por el contrario, aquellos con discapacidad intelectual y mental ganaron menos (11.619 y 15.243, respectivamente) que la media anual del colectivo en un 38,9 % y un 19,9 % y, de hecho, en términos netos fueron los que mayores diferencias salariales presentaron respecto al colectivo sin discapacidad. Según los datos, la relación entre el nivel salarial y el grado de discapacidad no es lineal, sobre todo debido a la acción de las entidades especializadas en el apoyo a los colectivos con tiene un mayor nivel de discapacidad.

En relación a la tasa de actividad, las personas con discapacidad fue en ese año del 33,6 %, lo que supone 44,2 puntos menos que la del resto de la población y la tasa de paro fue del 32,7 %, lo que significa que superó en ocho puntos a la de la población sin discapacidad.