La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha lamentado hoy que el tema de sus vacaciones, que ha decidido no tomar, se esté convirtiendo en "polémica absurda y artificial", y le parece "surrealista" que se cuestione su decisión puesto que las vacaciones "no son obligatorias".

"Se está haciendo polémica de un asunto sin mayor importancia y me niego a contribuir" a ella, ha dicho Cifuentes, al tiempo que ha defendido "de manera inequívoca" el derecho de los ciudadanos a tener vacaciones, algo que "queda fuera de toda discusión".

La presidenta ha asegurado que si ella, "de manera libre y voluntaria", decide que se queda en Madrid no debe suponer que se convierta en polémica y que se interprete como que ella cuestiona el derecho a las vacaciones.

Cifuentes ha afirmado que se queda en Madrid porque le gusta la ciudad, porque le gusta su trabajo, "para ir a la Puerta del Sol, para ir a las fiestas o a ver a sus compañeros de PP que también se quedan trabajando".

Y ha asegurado además que a sus consejeros les obliga "a que se cojan un mínimo de dos semanas de vacaciones", pero que a ella nadie le puede obligar a irse de vacaciones. "Yo de este tema no vuelvo a hablar porque es una polémica absurda", ha dicho la presidenta.

La gobernante madrileña dijo este martes al término del consejo de Gobierno que en este verano tampoco cogerá vacaciones porque, aunque considera que los días de descanso son "una cosa muy buena", cree que tienen que ser una opción voluntaria.