La compañía anglo-holandesa de la alimentación, la cosmética y la limpieza doméstica anunció este miércoles que retirará su sede social de Londres para centralizarla en una única entidad jurídica en Holanda.

La multinacional tenía hasta ahora dos sedes sociales, una en Londres y otra en Rotterdam. En un comunicado explica que las 7.300 personas que emplea en Reino Unido así como las 3.100 de Holanda no se verán afectadas por esta decisión, que se produce un año antes del Brexit.

El grupo seguirá cotizando en las bolsas de Londres, Amsterdam y Nueva York.

El grupo justifica su decisión por su deseo de reforzar y simplificar su estructura para crear a futuro más valor para sus accionistas.

En paralelo, Unilever se reestructura en tres divisiones: higiene personal y limpieza doméstica, que ambas permanecerán en Londres, y alimentación, con sede en Rotterdam.

Estos cambios fueron pensados por el grupo desde el espectacular rechazo de una oferta de compra lanzada por su rival estadounidense Kraft Heinz a principios de 2017.

El abandono de la sede social londinense representa un severo golpe para el gobierno conservador de Theresa May que se desvive para convencer a las empresas que permanezcan en Gran Bretaña a pesar de la incertidumbre del Brexit.

La prensa británica se hizo eco de un reciente encuentro entre responsables del gobierno británico y Unilever para discutir de la posible mudanza de la sede a Holanda.

"Como lo explicó el grupo, su decisión de transferir una cantidad limitada de empleos hacia su sede en Holanda se inscribe en una reestructuración a largo plazo del grupo y no está vinculada a la salida del Reino Unido de la Unión Europea", reaccionó el jueves un portavoz del gobierno británico.