A Mariano Rajoy le fue difícil caminar por las calles del centro de Benavente por la gran multitud de gente que se acercó hasta el lugar para saludarle, aplaudirle o hacerse una foto de recuerdo con él. Y eso que el tramo fue más corto de lo previsto, saliendo de los paseos de La Mota pasando por la plaza Juan Carlos I y la calle Doctor García Muñoz y acabando en la plaza de Santa María.

El momento más simpático transcurrió al final del recorrido, a los pies de la iglesia del Azogue, justo antes de la foto oficial para la campaña con los candidatos zamoranos al Congreso y el Senado. Junto a uno de los bancos donde en Benavente es habitual ver a vendedores de boletos de la ONCE, uno de ellos ofreció a Rajoy la compra de uno de los "números de la suerte". Aludió el vendedor a la mala situación económica que se vive en el país en general y en Benavente en particular. El presidente del Gobierno se mostró comprensivo con la dificultad pero rechazó la compra. "No tengo un euro, estoy tieso", dijo refiriéndose a la ausencia del monedero bajo el traje y el abrigo. Finalmente, el vendedor le regaló dos décimos para el sorteo de la ONCE.

Fueron muchos los rumores de los establecimientos donde el presidente del Gobierno haría una parada. Una cafetería donde tomar un café, una floristería donde recibir una flor de Pascua... finalmente fue una juguetería de la calle Doctor García Muñoz la escogida como símbolo de acercamiento a la población. La dueña enseñó allí una fotografía de la última visita de Rajoy a Benavente, cuando sus hijos apenas superaban los cinco años.

Los menores, con traje y corbata, se presentaron educadamente y respondieron a todas las preguntas del presidente. El emotivo reencuentro se convirtió después en anécdota cuando, después de salir de la tienda y ya en la plaza de Santa María, los dos niños volvieron a acercarse al presidente para pedirle una fotografía juntos, petición que con los nervios olvidaron hacer momentos antes y que Juan Dúo, alcalde de Benavente, materializó avisando al presidente.

Entre los vítores y aplausos se escuchó en numerosas ocasiones las voces de "¡presidente, presidente!", las felicitaciones por la gestión realizada y los agradecimientos por la visita. Las peticiones de firma de autógrafos y realización de fotografías (también "selfies") flanquearon el paseo de Mariano Rajoy en Benavente con tanto ahínco como las fuerzas de seguridad que le protegieron durante todo el recorrido, en el que sólo hubo dos paradas más, de carácter muy breve: una frente a la sede del Partido Popular en Benavente para mostrarle la ubicación y otra con la iglesia de Santa María de fondo para fotografiarse junto a sus compañeros de partido zamoranos. En Twitter, el presidente escribió: "Me llevo un grato recuerdo de #Benavente. Gracias a todos los vecinos por su calor y cariño en un día tan frío".