El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha abierto la campaña para las elecciones del 20 de diciembre con un mensaje claro de que ese cambio político que se da por seguro, supondrá "ir a peor" si no se cuenta con Izquierda Unida.

Garzón, que ha sido presentado por una militante "como este chaval es mi presidente", ha pedido el voto después de medianoche para conseguir la transformación social "y un país más justo", pero no ha prometido "milagros" sino lucha "sin descanso" e "incorruptible".

Acompañado por el coordinador general, Cayo Lara, el portavoz del Congreso, José Luis Centella, y otros dirigentes y miembros de su candidatura, Garzón ha afirmado convencido de que IU va a ser "determinante" para forjar "un nuevo país", como reza su lema de campaña.

"Caminamos hacia una sociedad tremendamente desigual y nos rebelamos contra todo eso", pero la salida, ha señalado, no puede ser individual "sino a través de la lucha política, en las calles y a nivel institucional".

Una lucha, ha afirmado Garzón, el segundo líder más valorado, según el CIS, por detrás de Albert Rivera, que tiene como escenario el Parlamento "más fragmentado" desde 1977, y si hay algo con lo que sueña la "oligarquía" es con una izquierda "desactivada y sin ideología", ha señalado.

"Pues vamos a estar ahí", ha advertido después de lanzar hoy varios mensajes dirigidos a los más desfavorecidos, a los que han sufrido los recortes sociales, la pobreza energética o tienen sueldos "de miseria".

Además, ha rechazado por completo "jugar al camuflaje", aunque eso le suponga no ser invitado a los debates electorales, y ha comentado con humor ese centro "superpoblado" en el que parecen concurrir el resto de fuerzas políticas, según ha dicho, "donde van a implosionar todos".

Con el mismo humor ha hablado de esos candidatos que "bailan, saltan, hacen zumos de piña o conducen coches de rally que se estrellan", refiriéndose a las últimas apariciones de algunos líderes en la televisión.

Todo eso es "legítimo", ha asegurado, pero también hay que exigirles que hagan "propuestas" que sirvan a la gente.

Cayo Lara se ha quedado casi sin voz apoyando a Garzón, el "mejor candidato" a estas elecciones, elegido no una vez sino dos, por IU y por la candidatura de Unidad Popular, "tan bueno" -ha dicho- que no lo quieren en los debates.

"Niegan el debate a la tercera fuerza política, algo inédito", ha exclamado Lara indignado, cargando también contra los candidatos del resto de partidos, todos ahora "con el traje de centro", incluyendo como Garzón a Podemos, mientras IU -ha recalcado- se sigue reivindicando de izquierdas.

"No a la guerra"

De izquierdas y con "mochila", ha subrayado el coordinador federal, porque IU ha estado en la calle, con las mareas sociales y en el 15M, luchando por sueldos dignos, combatiendo el "pensionazo" y defendiendo a la clase trabajadora.

Ha recuperado el grito del "no a la guerra" ante una eventual intervención en Siria, mientras simpatizantes y militantes coreaban "OTAN no, bases fuera", una de las clásicas consignas de IU.

Sol Sánchez, la "número dos" de la lista de Madrid, ha pedido el voto para IU como la vía para hacer frente a la "estafa" del capitalismo", mientras que el tercero de la candidatura, Enrique Santiago, abogado de IU en el caso Bárcenas, ha urgido a "echar al PP" para acabar con la corrupción y el "tremendo crimen social" que está cometiendo.

A ritmo de "Have a nice day", de Bon Jovi, ha entrado el candidato y así lo hará durante estos quince días porque esta ha sido "la banda sonora" elegida para una campaña en la que IU peleará por mantener grupo parlamentario en el Congreso (conseguiría tres o cuatro escaños de acuerdo con el barómetro de hoy).

El acto se ha celebrado en el teatro Goya, en el barrio de Carabanchel, con mucha música y mucha gente joven, que se ha volcado esta noche hasta sumar en torno a medio millar de personas.

También esta noche se ha presentado el vídeo de campaña "venimos de lejos", con un único protagonista, Alberto Garzón, aunque en un momento en el que se da la vuelta, se ve detrás una multitud de personas que le respaldan.