El portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, ha criticado hoy que los partidos "que se llaman nuevos" solo se hayan convertido en "comparsas del PP y de sus estrategias" y no hayan aportado "nada" en esta semana de campaña, "salvo ataques furibundos al PSOE".

Jiménez ha hecho estas declaraciones antes de asistir a una reunión en Málaga con familias monoparentales junto al secretario general de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia.

"Parece mentira que esas fuerzas políticas que surgen como una alternativa precisamente a la gestión de la crisis del PP, ya no ataquen al PP", ha lamentado.

A su juicio, estas formaciones "le han entregado de alguna manera la preeminencia" al PP y ahora se dedican a "atacar despiadadamente, sin fundamento y sin razón a la única fuerza que puede provocar un cambio en este país".

En este sentido, el dirigente socialista ha dicho que el cambio solo puede venir del PSOE y ha hecho un llamamiento a que éste se produzca con el apoyo de "todos los ciudadanos progresistas".

Un voto que vaya a otra fuerza distinta del PSOE "no será un voto de cambio, será para perpetuar a Mariano Rajoy en la Moncloa", ha advertido.

Por ello, ha pedido el voto de todos los andaluces que "quieran que cambie esta realidad dura" y que España pueda "despertarse de esta pesadilla" que ha supuesto el gobierno del PP, de manera que se abra una nueva etapa con el "cambio sereno" que representa el PSOE.

Por su parte, Heredia ha denunciado que las promesas sobre impuestos de Rajoy son "una vuelta de tuerca más a los trabajadores" y "otra amnistía fiscal para los que más ganan", en referencia a la propuesta de eliminación del IRPF para las personas que alarguen su vida laboral más allá de la edad de jubilación y a quienes encuentren su primer empleo durante un año.

"El joven al que Rajoy dice que va a bajar los impuestos el primer año, cuando encuentre su primer trabajo, tiene un pequeño problema: no tiene trabajo por culpa de Rajoy", ha declarado Heredia.

Ha añadido que la mayoría de los que tienen trabajo cobra 600 euros y no están obligados a hacer la declaración de la renta.