­Las urnas dieron ayer la victoria en la provincia de Málaga al PP, pero con un triunfo agridulce. Los populares fueron en el 20D los más votados, pero se han dejado por el camino dos diputados (cuatro frente a los seis de hace cuatro años) y caen veinte puntos en porcentaje de apoyos. La candidatura encabezada por el alcalde de Estepona, José María García Urbano, se queda con el 29% de los votantes en Málaga, lejos del 49,6% obtenido en la anterior convocatoria de generales. En número de votos, suma más de 224.000, 133.000 menos que en la cita de 2011.

El ascenso de las nuevas formaciones, que ya quedó patente en las autonómicas y en las municipales celebradas este año, ha tenido como víctimas a PP y PSOE. Los populares, que alcanzaron su techo histórico cuatro años atrás, han visto cómo el desgaste de Rajoy en esta complicada legislatura y las propuestas de partidos como Ciudadanos les han restado apoyos, pero aún así logran mantenerse como la primera opción en la provincia aunque con números más discretos. Y también en la capital, aunque con una caída porcentual similar a la registrada en la provincia. A nivel andaluz, el PP de Juanma Moreno sólo logró la victoria en la provincia de Málaga, en Granada y Almería.

Mal le fue ayer también al PSOE en la provincia de Málaga, aunque su caída fue más disimulada. Los socialistas confiaban en ser la fuerza más votada en Málaga y, de hecho, durante buena parte del recuento fueron liderando el ranking, pero también su electorado le ha dado la espalda. Pese a ello, mantienen el mismo número de diputados que obtuvieron en las anteriores generales y serán tres los representantes que tenga en Madrid la candidatura que por primera vez ha tenido como número uno al secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, veterano en la Cámara Baja.

El PSOE malagueño perdió ayer casi 20.000 votos y se quedó 4,6 puntos porcentuales por debajo de lo contabilizado en 2011, con más de 208.000 apoyos.

Los dos principales partidos, además, se sitúan por debajo de los datos registrados en las elecciones autonómicas cuando la victoria fue para el PSOE, con un 30% de los votos, seguido a muy poca distancia por los populares, con un 28,3%.

Como tercera fuerza se sitúa en la provincia Podemos. Los de Pablo Iglesias tendrán dos diputados por Málaga en esta próxima legislatura y logran aumentar sus apoyos en comparación con los acumulados en las autonómicas. La lista encabezada por Alberto Montero, asesor en materia económica de la formación morada, se quedó anoche con un 17% de apoyos, que se tradujeron en más de 132.000 votos. Muy cerca de ellos se colocaron los de Ciudadanos, prácticamente empatados. La candidatura de Irene Rivera se llevó un 17% del escrutinio y también tendrá dos diputados en el Congreso, sumando más de 132.000 votos y del mismo modo con más apoyos de los que obtuvieron en marzo en las andaluzas.

Los buenos resultados cosechados por Podemos y Ciudadanos han dejado fuera de la carrera de San Jerónimo a Izquierda Unida. La coalición siempre había tenido buenos resultados en la provincia, pero la fuerza de los nuevos partidos ha podido con ella. En 2011 fue Alberto Garzón quien logró un escaño, pero ayer Francisco Guzmán no tuvo la misma suerte. IU se sitúa como quinta fuerza política de la provincia, con 12.000 votos menos, casi tres puntos por debajo. Los 52.647 votos logrados en el 20D no han sido suficientes para que la coalición de izquierdas pueda representar a Málaga en Madrid.

En el Senado, la victoria fue también para el PP, que tendrá tres senadores, frente al PSOE, que se queda con uno.

La entrada en juego de las nuevas formaciones no ha logrado cambiar, sin embargo, los colores de la provincia. En los pueblos, se volvió a repetir el esquema de las últimas citas, con una Costa del Sol pintada de azul, aunque con pérdida de apoyos para el PP, y un interior de color rojo, con un PSOE que logró ayer vencer en municipios gobernados por los populares como Antequera o Ronda.

En estas elecciones generales, también ha subido el número de votantes en la provincia en comparación con 2011, con un 70,1% de votantes frente al 65,12% de cuatro años atrás. La abstención, por contra, baja con un 29,9% registrado -un 34,8% en 2011-.