­Como si no se hubiera ido nunca. Después de meses de alborotado movimiento infructuoso para formar un Gobierno, España afronta a partir de hoy una nueva campaña electoral que arranca esta noche con el ruido de fondo todavía de las últimas elecciones del mes de diciembre. Hasta el próximo 24 de junio, la vida de los partidos discurrirá entre el viejo equilibrio que existe entre los grandes actos en las capitales y el tradicional buzoneo en los pueblos pequeños. Son dos semanas para equilibrar la balanza hacia el lado deseado en unas elecciones que se prevén, incluso, más reñidas que las anteriores y que auguran, además, un posible choque de trenes por la hegemonía de la izquierda que se ha confirmado con la entrada en el escenario político de Unidos Podemos. Es precisamente la alianza electoral entre Podemos e IU, la que ha generado una tensión generalizada entre todos los partidos. Ahora mismo, los partidos no saben cómo va a acabar de encajar este matrimonio de conveniencia que amenaza con desfigurar el mapa político en la provincia. Cuando todo está dispuesto, así lo predican al menos las encuestas, para que España reproduzca casi milimétricamente los resultados del pasado 20 de diciembre, la provincia de Málaga parece enunciar movimientos contrarios y la pugna por el último escaño está llamada a ejercer de hilo conductor durante la campaña. Cuando el panorama sugiere que la formación de un Gobierno puede depender de apenas un puñado de escaños, la ilusión por captar hasta el último voto hace que Málaga se convierta en una plaza que trasciende a las dimensiones de su propia importancia. No es casualidad que el PP haya elegido a la capital como escenario para celebrar el gran acto central de su campaña y para el que ya se ha anunciado la presencia de Mariano Rajoy.

A diferencia de las últimas elecciones, donde la presencia masiva de la habitual cartelearía en las calles estaba asegurada, queda por ver cómo se traslada el afán por hacer una campaña austera, y que ha sido defendido por todos los partidos, acabe afectando a unas elecciones que, a pesar de todo, apuntan ya a ser muy similares a las celebradas en el pasado mes de diciembre. Así lo han sugerido estas semanas de intensa precampaña en la que los diferentes partidos han dado buena cuenta de todo el empaque que está tradicionalmente ligado a estas citas. En un margen de apenas diez días, han pasado por la provincia los primeros espadas para ayudar a situar a sus partidos en buena posición de salida y bajo un denominador común: movilizar al votante que amenaza con quedarse en casa.

Con el Gobierno congelado en su funcionalidad y con las múltiples incógnitas lanzadas desde Europa, poniendo en duda la futura viabilidad económica del país, los partidos concurren a esta convocatoria con dos únicas certezas: la de saber que la gobernabilidad de España se ha hecho infinitamente más compleja por un lado, y la obligación de encontrar soluciones para evitar una nueva situación de bloqueo por otro. Apenas dos semanas es el plazo que se han dado los partidos para dejar claro de qué lado se inclinará el Gobierno finalmente.

Como en cada convocatoria electoral, el aldabonazo de la campaña tendrá lugar a las 00:00 horas de la noche con la tradicional pegada de carteles y los diversos actos que han preparado los partidos para escenificar el inicio de la campaña. Una de las principales diferencias radicará en esta ocasión en la cautelaría. Los partidos tradicionales, PSOE y PP han optado en esta ocasión por prescindir de engalanar las calles con los rostros de sus candidatos. No precisamente por la falta de confianza en sus candidatos, sino porque entienden que el abuso de cautelaría y cola sólo sirve para abonar el descontento y la insatisfacción entre la ciudadanía. Paradójicamente, esta decisión no ha sido asimilada por las nuevas formaciones. Unidos Podemos y Ciudadanos han decidido ambos por seguir apostando por el uso de la cartelearía electoral y afirman que irá más allá de la mera presencia testimonial.

En esta ocasión, el PP vuelve a optar por reunir a toda su candidatura en el Paseo de la Farola, donde se hará la habitual foto de familia para la ocasión y están previstas las intervenciones de la número uno al Congreso, Carolina España, de su homóloga al Senado, Ángeles Muñoz, y del presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo. A pocos metros, la candidatura del PSOE pretenderá coger vuelo a la misma hora en el Palmeral de las Sorpresas. La puesta de largo de la candidatura, que estará encabezada por el número uno de la candidatura socialista al Congreso, Miguel Ángel Heredia, estará presidida por el lema de la campaña socialista (Sí por el cambio). Separados apenas por un palmo, estarán también las candidaturas de Unidos Podemos y Ciudadanos. Ambas formaciones celebrarán sendos actos de campaña en la calle Alcazabilla a las 21:30 y 22:00 horas, respectivamente.