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Sólo un día después de las elecciones y tras la victoria del PP en las urnas, el PSOE abrió ayer el debate sobre si permitir que Mariano Rajoy pueda constituir gobierno o tratar de articular de nuevo una alternativa propia encabezada por Pedro Sánchez. Y los socialistas, de momento, se encuentran bastante divididos sobre la opción a tomar, con voces discordantes entre la cúpula nacional, que rechaza apoyar por activa o por pasiva a Rajoy para gobernar, y algunos de sus barones, que sí creen que toca aceptar el mandato de los ciudadanos. Una las voces de mayor peso que se pronunció al respecto fue la presidenta de los socialistas andaluces, Susana Díaz, para quien las urnas han hablado alto y claro. A juicio de Díaz, que eludió mostrar su apoyo a Sánchez, el lugar del PSOE es ahora la oposición, un lugar desde el que toca «reconstruir» un proyecto socialista «auténticamente atractivo y con credibilidad suficiente» para tratar de acceder en el futuro al Gobierno de España.

«Un proyecto alejado de inmovilismos y de las políticas regresivas de la derecha, pero alejado también -con claridad- del aventurerismo y del populismo», subrayó Susana Díaz en una comparecencia ante los medios de comunicación antes de la reunión de la Ejecutiva del PSOE-A para analizar los resultados electorales. Sobre los escenarios postelectorales, la presidenta de la Junta dijo que hay uno «evidente» y es que si con 90 escaños el PSOE no fue capaz de formar gobierno tras las elecciones de diciembre, «con 85, donde nos han mandado es a la oposición», por lo que hay que ser «coherentes».

Preguntada expresamente sobre si comparte la visión del secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de que el PSOE opte por la abstención y se quede en la oposición, Díaz insistió: «Los ciudadanos nos han dado los votos que nos han dado y es evidente que nos han mandado a la oposición. A partir de este momento, tendremos que tener un debate profundo, sosegado, dentro del partido para analizar de qué manera podemos volver a recuperar la confianza que nos sitúe en lo que tenemos que ser: la alternativa de gobierno de este país».

Díaz, que esperaba hablar con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, eludió sin embargo pronunciarse sobre si el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno está «legitimado» para liderar el proceso para «reconstruir» al partido. «No estoy en cuestiones individuales, sino en un proyecto colectivo; ahora toca España y me preocupa mi país, me duele, lo quiero, lo amo», enfatizó la secretaria general del PSOE andaluz, que agregó: «No estoy en cuestiones orgánicas en estos momentos, ni me parece lo oportuno». En su opinión, al PSOE le ha «restado mucha credibilidad» la mera «hipótesis» de que se pudiese alcanzar el Gobierno de la nación mediante un acuerdo con Podemos.

Respecto a los resultados electorales en Andalucía (donde el PSOE también ha sido derrotado por el PP, en lo que supone el primer fracaso de Díaz), recalcó que ella no era la candidata en estas elecciones aunque se ha «dejado la piel como si lo fuera» y ha «trabajado como la que más», algo que aseguró que «volvería a hacer, sea quien sea el candidato».

«El PSOE tiene que reflexionar en el conjunto de España; si yo no estoy contenta con un 31% (en Andalucía), no voy a estarlo con un 22% allí (en España). Han sido unas elecciones generales y ha habido una derrota del PSOE en toda España», remachó. Díaz sí valoró que ha evitado el «sorpasso» de Unidos Podemos, que hubiera sido «letal» para el futuro del PSOE como partido y «muy nocivo» para España, y no dudó en destacar su contribución. «Si el PSOE ha evitado el sorpasso ha sido, entre otras cosas, gracias a los 537.000 votos que hemos sacado de ventaja a Podemos en Andalucía», recordó.

El portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, subrayó que en virtud de los resultados de las elecciones, es a Rajoy al que le toca «mover ficha» para intentar conformar un gobierno, al tiempo que incidió en que los ciudadanos, al dar 85 diputados al PSOE, «lo han situado claramente en la oposición».

Reacciones en Podemos y C’s

Los resultados de los comicios siguieron ayer suscitando reacciones en el resto de partidos. La secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, no ve el «supuesto fracaso» de la coalición Unidos Podemos y se declaró «orgullosa» de los 71 escaños «del pueblo» obtenidos, 11 de ellos en Andalucía. «¿Y si el sorpasso era un invento para fabricar un supuesto fracaso? Qué cosas. Yo estoy orgullosa de los 71 diputados del pueblo», apuntó a través de su cuenta personal de Twitter.

Por su parte, el presidente y portavoz del grupo de Ciudadanos (C's) en el Parlamento andaluz, Juan Marín, apostó por que el PP, el PSOE y C’s «se sienten a hablar de reformas» y mostró su deseo de que Rajoy «no sea obstáculo» para la formación de un gobierno fuerte y «sin sombra de corrupción». Marín advirtió a los partidos de que «se ahorren las molestias» si la intención es hablar de sillones. «No se trata de hacer aritmética hasta la mayoría absoluta que marcan los 176 escaños. Eso sería formar un gobierno débil», dijo.

«Solo entiendo un acuerdo entre PP, PSOE y C's. Otro invento no es bueno para España», apuntó Marín, que no tiene en cuenta a Unidos Podemos porque «no acepta a separatismos» y porque éste se encuentra en «las antípodas» de Ciudadanos. «Les cerramos la puerta en marzo en Andalucía; en diciembre, a nivel nacional, y ahora otra vez», precisó. Sobre el papel de Rajoy en el futuro gobierno, Marín destacó que su partido «no es quien veta a Rajoy» sino que «es él quien debería haber limpiado su casa».

«No puede haber un presidente del gobierno con sombra de corrupción. Que el PP primero diga qué van a hacer y, luego, se valorará si Rajoy puede ser el presidente o no», aseveró.