­Susana Díaz, secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta, mantiene su ambiguedad sobre si se presentará a la secretaria general del PSOE en el proximo congreso nacional y ayer en una entrevista en la cadena Ser dejó varios mensajes: que se siente legitimada para liderar al PSOE pese a la derrota en Andalucía y que no se responsabiliza de los resultados de su partido, los peores en su historia, aludiendo que los ciudadanos saben qué votan y saben que ella no fue la candidata del partido. También lanzó varios mensajes a Pedro Sánchez: el primero que no le gusta hacer leña del árbol caído (por la falta de autocrítica de la dirección nacional) y, segundo, reiterando que al PSOE los ciudadanos lo ha enviado a la oposición y que es al PP al que le toca formar gobierno.

Díaz insistió ayer en la idea deque el PSOE debe estar en la oposición, al tiempo que aseveró que es el presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Mariano Rajoy, al haber ganado las generales de este domingo, el que tiene la responsabilidad «sobre sus hombros»de intentar encontrar una mayoría parlamentaria que le permita formar Gobierno, si bien cree que ningún grupo estará por darle «un cheque en blanco a quien tanto daño ha hecho» durante la última legislatura.

De la misma manera, la líder de los socialistas andaluces, preguntada por si el secretario general del partido, Pedro Sánchez, debería dimitir, dijo que ella no va a decirle a nadie «qué tiene que hacer» pero que está convencida de que «se ha esforzado y ha trabajado mucho, y lo habrá hecho pensando en lo que es mejor para España». Explicó que el lunes Sánchez y ella intentaron hablar por teléfono pero que a penas pudieron saludarse porque ambos estaban reunidos con sus ejecutivas.

Díaz remarcó que «los ciudadanos hablaron el domingo con mucha claridad» situando al PSOE en la oposición, «si con 90 escaños no fue posible que formáramos gobierno, con 85 menos», mientras apuntó que además esta vez se ha ampliado la diferencia entre el PSOE y el PP hasta los 52 escaños. Por eso, el PSOE ahora debe, desde la oposición, «reconstruir» el partido para «tener un proyecto de gobierno» porque España «necesita un PSOE fuerte, que esté en condiciones para volver a ser una alternativa de gobierno». Sobre la posibilidad de que tener que celebrar unas terceras elecciones, consideró que es para ella «impensable» porque «el país no se lo puede permitir» y sería «una irresponsabilidad histórica, una infamia».