­En el CAC Málaga, al contrario que en las puestas en escena de los partidos tradicionales, todo era marca. De forma impecable y revestido de un deslumbrante color naranja. Con orgullo por unos colores se presentó la sala. En Ciudadanos, lo verdaderamente importante, más allá de nombres propios, es el marbete del partido que simula una sonrisa. En este caso, sería temerario esconder la carta más valiosa y ésta se mostró a pecho descubierto. Dijo Victor Hugo que no hay una fuerza motriz más potente que una idea a la que le ha llegado su tiempo. En Ciudadanos lo llevan tatuado en la piel y se sienten dueños del momento. Cuando los partidos tradicionales están haciendo todo lo posible para tapar sus siglas, en la presentación de la candidatura de Ciudadanos la liturgia era todo lo contrario. Ni siquiera faltó el rostro de Albert Rivera que decoraba el atril por ambos flancos. Sobraron butacas en la puesta en escena oficial. Todo hay que decirlo.

Sobre el proyecto político para la capital, Ciudadanos emprende su suerte municipalista con un firme objetivo que no es otro que hacer de Málaga la tercera ciudad más importante de España. Para tal ambiciosa tarea el partido se ha dotado de una lista que está integrada por perfiles profesionales en los que destacan abogados, trabajadores del sector bancario y personas provenientes del mundo académico de la Universidad. Dijo el candidato a la alcaldía, Juan Cassá, que si una ciudad lo tiene todo para ocupar el podium y todavía está en el rebufo, es simplemente por la «ineficacia en la gestión». Apuntó directamente al Partido Popular y sus dos décadas de gobierno municipal.

Para lograr sus aspiraciones, Ciudadanos parte del firme compromiso de no «prometer nada que no se pueda cumplir» y propone una serie de medidas en las que el partido apuesta por mejorar la gestión al frente del Ayuntamiento y por establecer un férreo control de gastos. De esta manera, Ciudadanos quiere realizar una auditoría de los últimos dos mandatos para conocer al detalle las cuentas del Ayuntamiento y se compromete a eliminar gastos innecesarios que, según Cassá, podría ser la flota de vehículos oficiales del Ayuntamiento. El partido, que se quiso mostrar como el fiel adalid de los autónomos, también se comprometió a una rebaja de impuestos y a la reorganización de la estructura municipal. Para acerar las instituciones al malagueño, los de naranja apuestan por la cuidadosa gestión de las redes para ponerlas al servicio del ciudadano. En materia de Turismo, manifiesta su voluntad de crear el Málaga Pass, una especie de bono que incluye la visita de una serie de activos turísticos a un precio fijo. El programa electoral concreto se espera en breve.

Candidaturas en quince municipios. Quitando la capital de Málaga, Ciudadanos desembarca en quince municipios de la provincia y presentará candidaturas en Mijas, Fuengirola, Cortes de la Frontera, Benalmádena, Torremolinos, Cártama, Rincón de la Victoria, Vélez Málaga, Algarrobo, Canillas de Aceituno, Alcaucín, La Villuela, Mollina, Villanueva de Algaidas y Nerja. A poco menos de un mes, se han caído de esta manera núcleos importantes como son las localidades de Marbella, Estepona y Antequera, donde se habían confeccionado unas listas que, finalmente, no han podido pasar el rasero del Comité Ejecutivo por las discrepancias internas que han presentado en su seno. «Sólo presentamos candidaturas donde consideramos que tenemos un buen proyecto para el municipio» explicó Cassá sobre las razones que han producido la baja de estas candidaturas. Con esa manera de proceder, según el líder de Ciudadanos en Málaga, se pondría de manifiesto la voluntad del partido de anteponer la existencia de grupos heterogéneos por encima de posibles réditos electorales. Ayer mismo, se dio el último caso de caída de un candidato. El Comité Ejecutivo Nacional expulsó al de Vélez Málaga, Juan de Dios Segura, condenado por la Audiencia Nacional.

En las pasadas elecciones del 22M, Ciudadanos obtuvo en la provincia 79.119 votos, convirtiéndose, con dos diputados, en la cuarta fuerza política con más peso en Málaga y en el resto de Andalucía. En municipios como Marbella, la formación logró el apoyo de 5.000 personas.