­Unos verán la botella medio llena y otros medio vacía. Si atendemos al número de votos, obtenidos, el Partido Popular ha ganado las elecciones municipales de 2015 en la provincia de Málaga, con un 35,39 % de los votos, concretamente, 232.295, frente al al Partidos Socialista Obrero Español, que ha obtenido 188.584 votos, el 28,73% de los votos válidos en la provincia.

En este sentido, el PP se ha dejado más de diez puntos respecto a las elecciones municipales de 2011, en que obtuvo 308.839 sufragios -76.000 más que en estas elecciones- con el 45,67% de los votos de la provincia. Por contra, el PSOE ha ganado más de 4.000 votos, lo que supone más de un punto respecto a dichos comicios.

Sin embargo, si uno mira el número de concejales que ha obtenido uno y otro partido, el PSOE ha resultado vencedor, al coseguir 475 ediles, frente a los 384 del Partido Popular. En este sentido, el PSOE ha ganado 21 concejales más que en 2011 y el PP ha perdido 50 ediles, teniendo en cuenta que hace cuatro años los populares obtuvieron los mejores resultados de su historia.

Resulta paradójico, que el Partido Popular, con 43.000 votos más que el PSOE, ha obtenido 91 concejales menos que el partido liderado en la provincia por Miguel Ángel Heredia. La explicación es que el Partido Popular sigue siendo mayoritario en pocos municipios pero en los de mayor población, mientras que el PSOE obtiene sus votos en un mayor número de municipios pero de menor población.

Para el Partido Popular, la botella sigue medio llena ya que han pasado de 32 a 39 mayorías en la provincia, entre mayorías absolutas y relativas, y eso les permite aventurar que van a ser capaces de mantener el gobierno de la Diputación de Málaga.

Esto les permite mitigar el hecho de que en estos cuatros años han perdido tres mayorías absolutas, pasando de 26 a 23, mientras que el PSOE ha pasado de 31 a 35.

En este análisis para el Partido Popular resulta especialmente doloroso el caso de Marbella, donde el PP se ha quedado a un solo concejal de revalidar la mayoría absoluta.

El partido que lidera Ángeles Muñoz tenía un colchón de tres concejales para gobernar otros cuatro años más en solitario, pero ha dilapidado esa diferencia y se ha quedado con un concejal menos que toda la oposición junta. Una oposición compuesta por el PSOE, Opción Sampedreña, Costa del Sol Se Puede Tic Tac e Izquierda Unida que, a la hora de escribir estas líneas, ya se estaban reuniendo para negociar un frente común en contra de Ángeles Muñoz. La tala de árboles, el deslinde de Marbella, el puerto de la Bajadilla, el traslado del polígono La Ermita.... la lista de agravios para la oposición es tan grande que se hace difícil que no se consume un gobierno en contra.

Otra mayoría que ha dolido en el seno del Partido Popular es la pérdida del bastión de Torremolinos, donde Pedro Fernández Montes ha dilapidado una renta de nueve concejales de diferencia que tenía respecto a los partidos de la oposición. Ahora, el futuro del Partido Popular está en manos de uno de los llamados partidos emergentes, Ciudadanos.

Lo mismo ocurrirá en Nerja, donde José Alberto Armijo se ha quedado un concejal por debajo del resto de la oposicion y se verá obligado a pactar con el partido naranja para poder conserva al alcaldía.

La pérdida de mayorías absolutas en la Axarquía continúa en Vélez Málaga, donde Delgado Bonilla no ha podido conservar la renta de un concejal que tenía de diferencia con la oposición y sólo gobernará la alcaldía el partido que mejor sepa negociar con los grupos de la oposición. Lo mismo le ocurrirá a Francisco Salado, hasta ahora alcalde de Rincón de la Victoria, donde Ciudadanos, Ahora Rincón y PA tienen la llave de gobierno.

Por último el caso de Mijas resulta llamativo ya que el partido de Ángel Nozal tenía una mayoría absoluta sustentada en cinco concejales respecto a la oposición y ahora, la llave de gobierno está en manos de Juan Carlos Maldonado, el militante del PSOE que perdió la batalla de las primarias contra la candidata socialista Fuensanta Lima pero que se presentó por el partido de Albert Rivera.