­Satisfacción contenida en la sede del PSOE por unos resultados que, difícilmente le permitirán gobernar en la capital, pero que son mejores de los esperados, tanto en lo que respecta a ellos como al PP. Satisfacción, por tanto, por la enorme pérdida de votos del PP en la capital, 40.000, según dijo el secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, y por los propios resultados que suponen que «el cambio ha resultado victorioso», en palabras de María Gámez.

Los socialistas solo hablaron de los resultados de la jornada electoral y dejarán para los próximos días hablar de posibilidades de gobernar en el Ayuntamiento, sabedores de que esas posibilidades son escasas a tenor de los resultados. A pesar de ello, tanto Heredia como Gámez resaltaron «la enorme derrota del PP» en la capital y la «irrupción del cambio», un cambio que, a juicio de los socialistas, tiene al PSOE como abanderado. «Ha empezado un nuevo tiempo», aseguró Gámez. «El PSOE tiene la hegemonía de este nuevo tiempo», afirmó como mensaje al resto de las fuerzas de la izquierda.

Ni Heredia ni Gámez quisieron ir más lejos en la noche electoral. Sobre posibles negociaciones o pactos que permitiesen un cambio de gobierno en el Ayuntamiento, no quisieron hablar pues Heredia fue directo al afirmar que «hoy sólo hablamos de valorar los resultados y mañana ya hablaremos de que haremos». Ni siquiera se aventuraron a anunciar si contarán con la mayoría suficiente para gobernar la Diputación. Al respecto, Heredia sólo indicó que el PP «ha perdido 70.000 votos en la provincia y que todo apunta a que también perderán la mayoría absoluta en esta institución», pero sin ir más lejos, a pesar de la insistencia de los periodistas.

La candidata a la alcaldía de Málaga, María Gámez, enfundada en un vestido rojo, aseguró: «Nos sentimos muy satisfechos de los resultados obtenidos, unos resultados que suponen que el cambio ha resultado victorioso», haciendo así alusión a uno de sus eslóganes de campaña y que permitieron mejorar los obtenidos hace cuatro años «y ello pese a la aparición de otras fuerzas emergentes».

La bajada de votos del PP en la capital tiene la clara significación de que «se han castigado las políticas dañinas del PP». «Se abre un nuevo tiempo», no sólo en Málaga, sino en el resto de capitales y grandes ciudades andaluzas donde «el PP ha cosechado importantes retrocesos», añadió Heredia.

Los socialistas se hicieron esperar. No comparecieron hasta pasadas las 23.45 de la noche. Habían esperado al fin del recuento de los votos en la provincia, para ver si tenían asegurado el gobierno de Diputación y también a que hablase la líder andaluza, Susana Díaz. Mientras tanto, desde la 9 de la noche empezaron a llegar los primeros resultados y la satisfacción comenzó a dibujarse en las caras de los militantes que pululaban por los pasillo de la sede de Fernán Núñez atentos a las noticias de las televisiones.

Cuando al filo de las diez de la noche, con un 70 por ciento de los votos escrutados, el resultado daba 12 concejales para el PP y 10 para el PSOE, la euforia se desató, pues, además de los resultados de las otras fuerzas, permitían augurar una mayoría de izquierdas en La Casona.

Pero la euforia duró poco más de media hora; al llegar el escrutinio al 81% el PP recuperó un concejal para ponerse en 13 mientras que el PSOE bajaba uno para quedarse en 9. Los resultados ya no se movieron y la euforia quedó sólo en satisfacción.

Ahora se presenta una situación nueva con cinco fuerzas con representación en el Ayuntamiento y la incertidumbre sobre los pactos que se puedan alcanzar para que sea posible un gobierno estable en La Casona.

El PSOE mostró al filo de la medianoche su «satisfacción» por los resultados obtenidos en la capital, que le permiten mantener los nueve concejales que ya obtuvieron en 2011.