Nuevo posible rumbo político en el Ayuntamiento de Málaga a la vista. En este caso, más que la urgencia por llegar a un acuerdo, lo importante parece ser la meta. Evitar que Francisco de la Torre se convierta en el próximo alcalde de la capital. Para lograr este objetivo, los partidos políticos del espectro ideológico de la izquierda que obtuvieron representación en las urnas están pisando el acelerador de las negociaciones a puerta cerrada con la determinación adoptada de evitar la, hasta ahora, presumible toma de poderes por parte del veterano candidato popular, y permitir que sea la candidata socialista, María Gámez, la que se haga con la alcaldía más preciada de la provincia.

Este hipotético escenario pasa por conseguir que los tres concejales de Ciudadanos, con Juan Cassá al frente, secunden esta opción sacrificando un acuerdo con el PP que ya parecía cantado la misma noche del pasado domingoCiudadanosJuan Cassá , pero que se ha ido alejando a tenor de los últimos pasos adoptados por Ciudadanos a nivel nacional. La formación de Albert Rivera publicó el martes un decálogo de medidas, que establece las condiciones generales que plantearía su formación ante una negociación para condicionar las votaciones en la toma de posesiones de los diferentes municipios. Estas reglas generales, enfocadas hacia una regeneración de las instituciones incluyen, entre otras, la obligación de publicar la cuenta de gastos de los partidos, la limitación escrupulosa de cargos de libre designación, la responsabilidad subsidiaria de los partidos en casos de corrupción y la obligación de elegir a los candidatos mediante un sistema de elecciones primarias. El propio De la Torre, en un intento de acercamiento, manifestó la misma mañana de ayer que se podría tratar de medidas perfectamente «asumibles» por su partido.

Después de estudiar este decálogo, que fue remitido en el día de ayer por Ciudadanos Málaga al resto de las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento, tanto PSOE, Izquierda Unida y Málaga Ahora coincidieron en que no tendrían ningún inconveniente en firmarlo, ya que entienden que sus estatutos internos cumplen sobradamente con los puntos que se detallan. Así lo confirmaron tanto la propia Ysabel Torralbo y Eduardo Zorrilla, como fuentes internas del PSOE. Los socialistas, siempre más reacios a mostrar sus cartas en público, ya han entrado de lleno en las primeras tomas de contacto para sondear las posibilidades que existen de llegar a un acuerdo global entre las cuatro fuerzas políticas, para evitar un gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento.

Esto se extrae de las declaraciones hechas por la propia líder de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, que confirmó a este periódico haber recibido la llamada del número tres del PSOE andaluz, Francisco Conejo, para plantear la posibilidad de un futuro escenario en el que De la Torre no obtuviera el respaldo necesario para ser alcalde de Málaga, una vez que se haya dejado por el camino la mayoría absoluta. «Francisco Conejo me ha llamado para decirme que, después de la incertidumbre de lo que va a pasar con Ciudadanos, queda más abierta la posibilidad de un acuerdo en un escenario abierto», dijo. Torralbo, que aseguró que Málaga Ahora ha nacido con el objetivo de revitalizar la institución, confirmó su buena sintonía con lo planteado y que vería factible llegar a un acuerdo con el PSOE. «Estamos viendo los pasos que se están dando en Madrid y pensamos que aquí también sería posible llegar a un entendimiento», precisó.

«Todo es posible», señaló sobre el incierto escenario político, indicando además, que la intención de su formación sería forzar lo máximo para apartar a los populares de la alcaldía. «Entendemos que la mayoría de los malagueños y las malagueñas han votado cambio y éste pasa por desalojar a Francisco de la Torre del Ayuntamiento», cimentó la voluntad de su formación para llegar a un acuerdo entre las fuerzas de la izquierda. Así, lo transmitiría, aseguró, en la asamblea de Málaga Ahora que está prevista que se celebre en la tarde de hoy.

A la insistencia de Torralbo, que hasta ve puntos de coincidencia programática con Ciudadanos en lo que a las medidas de reducción de cargos de confianza, transparencia y eliminación de gastos superfluos se refiere, hay que sumarle la firme voluntad de Izquierda Unida. La coalición de izquierdas también sustenta que la regeneración pasa ineludiblemente por un futuro sin De la Torre como regidor. En un primer encuentro mantenido entre Zorrilla y De la Torre en el día de ayer, se evidenciaron dos puntos de vista situados de forma inequívoca en las antípodas. «Francisco de la Torre insistió en que cree que debe de ser el alcalde por liderar la fuerza política más votada, pero en IU pensamos que es hora de acabar con veinte años de políticas del PP en el Ayuntamiento de Málaga y así se lo he hecho saber», abundó Zorrilla, en la apuesta de su partido por impulsar un acuerdo a cuatro bandas. Aunque reconoce la dificultad del mismo, sobre todo, por la «imprevisibilidad de Ciudadanos», instó ayer a apurar todas las vías posibles.

El responsable de IU declaró también, que iba a ponerse en contacto con Juan Cassá para conocer de primera mano sus intenciones y poder calibrar la maniobra de desalojar al todavía alcalde popular en funciones. «Es el momento de que Ciudadanos se defina», apuntó Zorrilla, que también puntualiza que la «iniciativa en este tema la debe de llevar la segunda fuerza más votada», en una clara alusión de instar al PSOE a mover ficha y llevar la voz cantante en los movimientos precisos que puedan llevar a Málaga hacia una «alternativa de izquierdas».

María Gámez, que contó con el apoyo de un asesor directo del PSOE, estuvo reunida ayer por la tarde con su grupo municipal y declinó hacer declaraciones en público. Fuentes cercanas a su equipo confirmaron que ya ha habido los primeros movimientos para tantear a Ciudadanos. Esto, sumado a las declaraciones de Gámez, en las que dejó claro que no tendría «inconveniente» en firmar el decálogo de Ciudadanos, la perfilan como alternativa a Francisco de la Torre. Aunque por lo que se deduce de los primeros movimientos de Francisco Conejo, el secretario de Organización socialista, ya ha adoptado un papel que le implica por partida doble, ya que tendrá que poner de acuerdo a los partidos de la izquierda y convencer a Ciudadanos en la compleja deliberación de brindarle su apoyo a María Gámez.

La misma partida de ajedrez se podría trasladar a la Diputación, donde el PP también se ve legitimado para formar gobierno por ser la candidatura más votada de toda la provincia, pero en la que también adolece de la mayoría absoluta que le permitiría gobernar sin la necesidad de llegar a un acuerdo con Ciudadanos. Así, una alianza global entre PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos e Izquierda Unida le arrebatearía también el gobierno en la Diputación Provincial a los populares.

Al final, de forma inevitable, todo dependerá de lo que haga Ciudadanos. Una abstención el próximo 13 de junio, día que se constituye el pleno municipal, bastaría para que De la Torre sea de nuevo alcalde de Málaga. Gámez, sin embargo, necesita que los de naranja voten a favor de su investidura.

En Ciudadanos, la euforia total del momento, con Juan Cassá autoproclamándose como serio aspirante a ocupar él mismo la alcaldía de Málaga, tan sólo 24 horas después de las elecciones municipales del domingo, ha dado paso al silencio. Sin realizar declaraciones, la formación que estaba considerada por muchos como simple muleta del Partido Popular, se ha convertido en una margarita a deshojar. Después de pasar todo el día enclaustrado en su residencia de la Cala del Moral, Juan Cassá comparecerá de nuevo ante la prensa en el día de hoy.