La Opinión de Málaga celebró ayer una jornada sobre emprendimiento empresarial en el hotel Vincci Posada del Patio que contó con la asistencia de 150 empresarios y con la presencia del conocido divulgador económico Marc Vidal, la directora gerente de Andalucía Emprende, Montserrat Reyes, y la concejala de Reactivación Económica, Promoción Empresarial y Fomento del Empleo del Ayuntamiento de Málaga, María del Mar Martín Rojo. La jornada fue presentada por el director de La Opinión de Málaga, Juande Mellado, que destacó el dinamismo empresarial de la provincia (genera una de cada tres empresas que se crean en Andalucía), aunque también la sensible tasa de mortalidad que se sigue detectando en el conjunto del empresariado, especialmente durante los primeros años de trayectoria de las nuevas firmas.

«No hay tanto miedo al fracaso porque lo convertimos en herramienta de aprendizaje», apuntó Mellado, que resaltó también el trabajo de la extensa nómina de organismos públicos y privados que apoyan y asesoran al emprendedor como la propia Andalucía Emprende, Promálaga, el IMFE, el BIC Euronova o la iniciativa Andalucía Open Future de Telefónica, entre muchas otras. El perfil de las personas que acuden a estas entidades es, principalmente, el de jóvenes en la treintena con formación universitaria, muchas veces en el paro y con la motivación de que su proyecto les sirva de fórmula de autoempleo. El director de este periódico echó en falta, eso sí, una mayor estrategia de comunicación para que esta nutrida y valiosa oferta global de servicios de apoyo al emprendedor llegue de forma clara a los interesados en montar una empresa.

Negocio transformado

Tras unas breves intervenciones de Montserrat Reyes y de María del Mar Martín Rojo fue el turno de que Marc Vidal impartiera la conferencia «Sólo para humanos, robots abstenerse», en la que analizó como la digitalización de la economía está transformando el concepto de negocio y generando nuevas oportunidades de empleo, aunque por el camino también esté destruyendo ciertos tipos de trabajos hasta ahora tradicionales.

Vidal señaló que vivimos una época donde internet ha propiciado que cualquier producto físico haya pasado a ser un servicio, lo que ha cambiado la fórmula de comercialización. Un ejemplo claro es la música, donde los discos o los CD han dado paso a la suscripción mensual a una plataforma. Esta transformación está llegando de forma vertiginosa a todos los ámbitos y ya se habla, según aventuró Vidal, de que en un futuro incluso conducir podría convertirse en algo obsoleto, ya que los usuarios podrán suscribirse a servicios de transporte (incluso con vehículos sin conductor) que los lleven allí donde deseen. En este sentido, Marc Vidal también se refirió al concepto de «economía circular» donde las compras se realizarán para «compartir o reutilizar».

Todo este cambio vendrá de la mano del «internet del todo», una nueva etapa de la red que está llegando ya y en la que todas las infraestructuras imaginables que nos rodean estarán permanentemente conectadas. Vidal admitió que estos procesos exigirán cambios de organización profundos en las empresas y afectará al empleo, ya que habrá puestos que desaparecerán debido a que esas funciones serán desarrolladas por robots. Sin embargo, animó a mirar el futuro con optimismo, ya que el factor humano, su intuición y su valor añadido seguirán siendo insustituibles en esta nueva etapa.

«Hay empresas que están cambando sus procesos, pero no es para destruir empleo sino para generar otro tipo de empleo», apuntó Vidal, que recordó que lo que ahora conocemos como revoluciones en la historia del hombre (caso de la Revolución Industrial) fueron definidas en su época como crisis. «Se dijo en su día que el comercio electrónico sería solo algo accesorio, que las redes sociales serían mero entretenimiento o que los móviles no sustituirían al ordenador pero hoy día es imprescindible que las empresas tengan estrategias en todos estos campos. El hombre siempre vive sus revoluciones como crisis porque la disrupción de entrada destruye empleo», añadió.

Vidal citó como ejemplos prácticos de estos años a Amazon, que en su día suprimió el 90% de los trabajadores que ordenaban las estanterías de sus almacenes por robots, para en los meses siguientes contratar a cuatro veces más personal para tareas de mayor valor añadido. Se da el caso de que muchas de las grandes compañías globales de la actualidad actúan en sus ámbitos sin producto propio, sino ofertando únicamente el servicio. Amazon, por ejemplo, es un intermediario en el sector del comercio que actualmente cuenta con un nivel de facturación equivalente al 35% del PIB de España.

Por otro lado, también mencionó el modelo de compañías líderes como Netflix, que con 13 trabajadores es capaz de aglutinar el 54% de la cuota de pantalla de Sky, que cuenta con 25.000 empleados.

«El discurso oficial nos dice que la tecnología nos va a mandar a todos al paro pero en realidad lo que va a hacer es generar más beneficio para poder contratar a más gente. La tecnología nos permite hacer las cosas de forma más buena y más barata», aseguró. El negocio en todos los sectores está así en permanente cambio. Por ejemplo, el 30% del negocio de los bancos viene ya generado a partir de las apps de fintech que interactúan con los datos de los usuarios.

Constante revisión

El experto animó a todos los empresarios a que se apliquen un cuestionario para determinar si su organización está sabiendo sumarse a esta nueva era y alertó de que es necesario distinguir entre dos conceptos: la digitalización y la transformación digital. «Hay que incorporar la tecnología a tu negocio pero también debes transformarte. Y para eso debes saber leer los datos que te llegan, elaborar una comunicación distinta de cara al cliente y aportar nuevos modelos de negocio», dijo.

A su juicio, cada empresario debe cuestionarse continuamente si su empresa está sabiendo implantar una estrategia digital, si sabe diferenciar entre datos y comunicación, si ha automatizado sus modelos comerciales o si sus directivos están verdaderamente implicados con este proceso. También emplazó a las compañías a mantener un contacto permanente con las nuevas start ups. «Acérquense a los jóvenes para poder crear el futuro», indicó.

Para Vidal, la cuestión que debe asumir cada empresa no es si toda esta disrupción tecnológica le acabará afectando (que lo hará seguro) sino «cuándo lo hará y con qué tecnología», lo que obliga a estar constantemente alerta. El ponente aseguró que ante este futuro de necesaria transformación digital sólo caben dos opciones: adoptar una actitud contemplativa, donde simplemente se ven pasar los cambios, o asumir el protagonismo.

«Podemos hacer como los pingüinos, que saltan al agua solo cuando ven que el otro lo hace o ser protagonistas», apuntó el ponente, que recordó que en todo caso se trata de un proceso global, y donde las empresas o los trabajadores de una misma organización se apoyarán unas a otras. Además, quiso dejar claro que en esta transformación, el elemento humano a nivel laboral seguirá siendo «insustituible».

«El valor añadido en esta nueva revolución es el ser humano. Habrá un aumento de la demanda de trabajadores pero para eso hace falta estar preparado y sabe qué es lo que se nos va a demandar», señaló Vidal, que en el turno posterior de preguntas emplazó a los emprendedores a «formarse cuanto más mejor». En su opinión, los puestos que tenderán a desaparecer son «los de escasa formación y los repetitivos y de cadena de montaje». En cambio, «quien tenga valor añadido no tendrá problema».