Se acaban las preliminares y nos mudamos. Cogemos los bártulos y dejamos las cómodas butacas del Teatro Alameda para irnos al Teatro Cervantes. Se acaban los días del kiosko de Manolo y nos trasladamos a El Repique; cambiamos la fría calle Córdoba por el Mercado de la Merced; dejamos los paseos calle Nueva arriba para disfrutar de la nueva calle Cárcer€ Esta es la vida de un ´alameder´. Los ´alameder´ somos, por definición, un concepto por desarrollar acuñado por Jorge Salinas, que me acompaña en esta página y en las mágicas noches del Carnaval. El ´alameder´ es una raza aparte, un superhombre que aguanta impertérrito ocho noches seguidas de preliminares. Somos pocos, porque si después del descanso del martes viene una agrupación de fuera en el Teatro Alameda solo hay estepicursores (los bolines de hierba de las películas del Oeste) por entre las filas€ Pa´ nosotros se queda.

Uno, que va adquiriendo condición de ´alameder´ con galones con los años, está contento al ver a nuevos habitantes. Por ejemplo, este año el grupo de prensa ha tenido a dos fichajes importante con Miguel Gutiérrez y José Luis Pérez Cerón, que se han unido a Aarón, Álex Cerezo, Juan Soto y a los de la ´hora golfa´ en Radio 4G, Jose Moreno, José Andrés García y el ya citado Jorge Salinas. A los ´alameders´ clásicos como Rocío Cortes o Chío se han unido este año Anita Arrabal, que no se ha perdido ni media, o Raquel Espejo, que ya va evangelizando carnavaleramente. Claro, eso es lo que se ve delante, pero al fondo, con las cámaras, hay ´alameders´ sin opción, como Álvaro o Cali. Pero sin duda alguna el ´alameder´ del año es Eduardo Nieto, siempre dispuesto hasta en los peores momentos.