Un año más ha sido un coplero el encargado de dar el pistoletazo de salida al Carnaval. Tras más de veinte años participando en el Concurso de Agrupaciones de Canto, Antonio Carlos Rojas Gallego se enfrentaba a uno de los retos más difíciles pero a la vez más ilusionantes para un carnavalero: pregonar su fiesta. El comparsista, uno de los más laureados en el certamen, estuvo acompañado por su grupo en el escenario de la plaza de la Constitución. No cabía ni un alfiler. Con una poesía recitada que repasaba toda su trayectoria en la fiesta comenzó uno de los discursos más esperados.

Lejos de cualquier tópico, el pregón de Antonio Carlos dejó de ser un recital para ser una obra de teatro. Un espectáculo en el que los participantes recrearon una noche en la gran Final del Coac malagueño. Antonio Carlos encarnó al jefe de una cuadrilla de tramoyistas. El autor de sus últimas comparsas, Sergio Lanzas, era el novato.

El comparsista realizó un viaje en el tiempo para enseñarle a Málaga el pasado, presente y futuro del Carnaval malagueño. «El Carnaval de Málaga es mucho más que un disfraz, es la voz de una de las fiestas más antiguas de nuestra ciudad. Son creadores de coplas que a través de sus voces y de sus músicas cantan al pueblo lo que muchos otros no se atreven a decir», explicó Antonio Carlos. El coplero rememoró algunas de las agrupaciones que marcaron un antes y un después en el carnaval de los años ochenta, viajó a su niñez y a su estreno en una comparsa adulta. Sonaron coplas de los grandes de la fiesta y de muchas de sus obras, un homenaje a todos aquellos que siempre lucharon por la fiesta.