Intentando de huir, sin miedo, a mi puesto de coordinador de grupos de canto de la nueva junta de gobierno de la Fundación Ciudadana del Carnaval de Málaga, tengo que enfrentarme a la empresa extensa de hablar de los repertorios de autores y la defensa del grupo.

A lo qué, cuando me plantearon tal proposición, había que hacerse varias hipótesis, ¿hay conservadurismo en las letras?, ¿se dice lo que se quiere que se oiga o lo que se piensa?, ¿Hay autocensura y censura en los grupos? ¿Se hace autocrítica?

Soy de los que les gusta que sangren los cuadernos, me pone un pasodoble sin piedad o un cuplé de revolcarse. Como todos vosotros, también soy aficionado al carnaval, no solo el pistolero que muchos quieren que vean. Y como tal, espero, como regalado, todas las letras del repertorio de las agrupaciones y sus letras carniceras.

Escribir directo es tan fácil que solo saben hacerlo los mas osados, y sobre todo los mas respetados. La metáfora es tan sencilla, que algunos la desechan por no creer en su propia capacidad de genio como autor de carnaval. El autor de carnaval es un oficio, el que canta las letras es un ejecutor, y como tal, va al campo de combate a matar o a morir.

Si no hubiese autocensura en el carnaval estaríamos hablando de una guerra fratricida que muchas veces se llenarían de mentiras con tal de ganar el uno. Soy el primero que toma nota cuando se canta en contra de la gestión de la fundación, los repertorios están para eso, para expresarse. Ojalá el gobierno, el alcalde y en definitiva todo el que se lleva una letra de carnaval haga el mismo ejercicio.

Si no hubiese censura en los grupos, el carnaval, se convertiría en una disciplina que ya está inventada; los cantautores. La magia de todo esto es cuando se encuentra la sintonía. Es tan heterogéneo todo, que si un autor trae una letra en contra de la gestión del gobierno y en el grupo hay votantes del partido que gobierna, existan discrepancia, las letras se eliminan o se maquillan. Por lo tanto la simbiosis es tan necesaria que hay mercenarios en las agrupaciones y hay hombres de honor. Cada cual que lo piense.

Autocrítica sí, y no, pero siempre con la perspectiva del tiempo. Nunca escribí un repertorio de carnaval, no le voy a decir a nadie como tuvo o tiene que hacerlo. Por dignidad. Eso sí, al que piense que hizo lo correcto, yo lo defenderé hasta la muerte, para eso estamos.

Juambe Cobos escribió en 2004 para la comparsa JUAN SIN MIEDO, de los gallegos, un primer pasodoble de medida aludiendo las críticas que se ganaba gratuitamente por escribir poesía a Málaga. Parece que en ese momento muchos soltaron el aire del acongojamiento: "ufff menos mal que lo ha dicho alguien". Pues no, escribir una letra a Málaga es lo mas difícil del mundo, por eso cada vez se hacen menos.

Y con esto ya termino. En los repertorios, más que saber juntar cuatroletras, lo importante es la ortografía, en la caligrafía se ve si se es valiente. Humildad y trabajo. Entre autores y componentes sois unas 700 mujeres y hombres, echadle narices.