La derrota más cruel apartó al argentino Juan Martín del Potro de la lucha por la gloria olímpica, reservada otra vez para la mejor raqueta de la historia, el suizo Roger Federer, que acaparó, también, el éxito de un partido épico, el mejor de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, para citarse de nuevo con la pista central del All England Club (3-6, 7-6(5) y 19-17).

Tres semanas después, Roger Federer enfilará la conquista del oro del Olimpo ante Murray, reeditando la pasada final de Wimbledon . Es el único premio, en el plano individual, del que adolece su palmarés. Un paso más al frente en su cosecha de éxitos después del título olímpico en dobles, en Pekín 2008, junto a Stanislas Wawrinka.

El 'Golden Slam', denominación para el ganador de los cuatro títulos del Grand Slam y el oro en unos Juegos, está al alcance del suizo, presionado, de paso, por el serbio Novak Djokovic en la carrera por el número uno.

Fue un triunfo épico el logrado por Federer. Una derrota dramática para Juan Martín del Potro, que desenterró su mejor tenis, próximo al que le llevó al éxito en el 2009, en el Abierto de Estados Unidos, antes de su lesión de muñeca, que le obligó a volver a empezar.

La pelea por la final fue hermosa. El mejor partido del torneo, que superó registros numéricos, como el de mayor duración de todos los jugados a tres sets, en todos los torneos, en la era open. Cuatro horas y 26 minutos. Dejó atrás el recuerdo memorable de la semifinal del Masters Series de Madrid en el 2009 entre el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic (3-6, 7-6(5), 7-6(9)), con cuatro horas y 3 minutos.

Lagrimas tras la victoria

Federer besó la bandera de su país, cosida en el pecho, en cuanto cerró la victoria. Del Potro rompió a llorar antes de dejar la cancha desolado.

Era la sexta derrota del argentino ante Federer en lo que va de curso. Pero en ninguno de esos seis duelos estuvo tan cerca del triunfo. El argentino, que nunca ha jugado una final sobre hierba y que su mejor papel en Wimbledon fueron unos octavos de final, empezó como un tiro.

Salió airoso de cada cara a cara con el helvético, que se encontró a un rival mayor. Rompió Del Potro el saque de Federer en el octavo juego y ya no perdonó. Se apuntó el parcial.

El número uno del mundo apresuró para enmendar la situación, pero el argentino estuvo sólido, firme. Con el saque atinado para cualquier contingencia. El recorrido acabó en el desempate, que situó a Federer de igual a igual en el partido.

El tercer set fue memorable. Ambos aferrados al servicio. El suizo acabó con 24 directos. Del Potro con 11. El tiempo pasaba y ninguno daba su brazo a torcer.

Fue Federer el que desniveló primero con una rotura en el vigésimo juego del set. El argentino reaccionó bravo. Rompió en blanco y alargó el choque más. Fue con 18-17 donde el tenista de Tandil asomó cierta debilidad. El suizo lo vio y aprovechó. A la segunda, después de un fallo de revés a la red, cerró el partido.

Murray desquicia a Del Potro

Federer luchará por el oro con Murray, quien superó al serbio Novak Djokovic. El escocés, que vive el mejor momento de su carrera, derrotó al número dos del mundo en un partido casi perfecto para luchar por el oro ante su público. Djokovic, que deberá conformarse con intentar reeditar su bronce en Pekín 2008 (con Juan Martín del Potro enfrente), no supo sacar lo mejor de sí para superar a un rival que no mostró debilidad alguna.

El tenista local rozó la perfección en el primer set, sin conceder una sola bola de 'break' a pesar de sentirse acechado en algún momento por el serbio. Ambos tenistas mostraron sus cartas con grandes peloteos y disputados puntos, en los que casi no importaba quién era el sacador.

Djokovic buscaba las líneas de la hierba inglesa pero Murray no mostraba puntos débiles y corría como en casa por el escenario en el que hace poco menos de un mes alcanzó una histórica final en Wimbledon. A pesar del favoritismo a priori del serbio, Murray llevó las riendas del set, comenzando el partido con una bola de 'break' a favor que no pudo aprovechar.

Al número dos del mundo no le sentó bien ese comienzo. El héroe local sumaba puntos con mayor facilidad, mientras que a 'Nole' le faltaba contundencia y acierto en los intercambios. Sin complejos, Murray se defendía de los intentos de su rival por sumar una ventaja, como en el séptimo juego. Sin embargo, Djokovic ni siquiera llegó a tener la bola de rotura, mientras Murray ya sumaba dos.

Así las cosas el duelo parecía condenado al 'tie-break', pero los gestos del tenista serbio mostraban que no las tenía todas consigo. La contrariedad de Djokovic quedó confirmada cuando un Murray superior se llevó el primer acto gracias al único 'break' del set, a favor del tenista local y celebrado por el propio tenista y por el All England Club como un paso de gigante.

En el segundo set, Djokovic se dejó de medias tintas y, al menos, a las primeras de cambio consiguió su primera bola de 'break' a favor en las semifinales. Sin embargo, Murray seguía en su buena línea, frío y contundente para salvar los momentos de crisis. El tenista escocés, arropado por el público, no cejaba en su búsqueda de la final y en su siguiente servicio volvía a salvar otra bola de rotura en contra.

Por su parte, el tenista de Belgrado comenzaba ya a desquiciarse seriamente, con sus habituales aspavientos cuando la cosa no funciona. Y es que, de nuevo en el noveno juego y posteriormente en el undécimo, Murray desbarataba la opción del serbio de tomar ventaja. Impasible y sólido, el héroe local terminó de amansar al 'Chacal', volviendo a romper su saque para firmar un nuevo 7-5 y cerrar el partido.