Brasil es ya el centro de atención del mundo futbolístico desde que comenzara a rodar el balón en el estadio de Sao Paulo, uno de los mayores eventos deportivos y donde la selección española tendrá el desafío de retar a 31 rivales para defender su histórico título mundial de 2010 en Sudáfrica.

España debuta hoy, y lo hace con varios retos en su haber, el primero y más importante, el de reeditar corona, sin duda el cénit para la mejor generación de futbolistas que ha dado el país y que, para muchos de sus componentes, el torneo en una de las cunas del fútbol puede ser su despedida de un gran evento internacional.

Los hombres de Vicente del Bosque han encadenado una racha de éxitos histórica, con el triplete Eurocopa-Mundial-Eurocopa, inédito y que hace que sean los grandes rivales a batir por una amplia nómina de aspirantes, encabezados por la anfitriona, que aspira a olvidar el 'Maracanazo' de hace 64 años con su sexta corona.

Con un estilo firmemente asentado y un bloque conocido, con 16 de los que se proclamaron campeones del mundo en el Soccer City el 11 de julio de 2010 y reforzado por algunas de las nuevas figuras emergentes como Koke, Azpilicueta y, sobre todo, Diego Costa, brasileño de nacimiento y que optó por enfundarse la 'Roja', España tendrá además otros retos como conquistar América, territorio inaccesible para ninguna selección que no sea sudamericana, o repetir título, lo que no sucede desde 1962.

El camino se antoja más complicado que en Sudáfrica por la entidad del grupo, el B, en el que está encuadrada. Hace cuatro años todo se torció por el nefasto debut ante Suiza y en esta ocasión no habrá tiempo para el despiste porque Holanda, en lo que será la reedición de la última final, y Chile se presentan como duros escollos en una primera fase que completa la 'cenicienta' Australia.

El estreno ante la 'oranje' marcará su futuro y el siguiente partido, quizás más complicado, ante la otra 'Roja', aguerrida, competitiva y con talento, crecida por jugar en suelo sudamericano. Aparte de evitar repetir los casos de Francia o Italia, campeones que cayeron en la primer fase en 2002 y 2010 respectivamente, el objetivo es ser primera para eludir un hipotético cruce en octavos con Brasil, señalada por todos como la gran favorita.