Calidad, sabor, esfuerzo, dedicación, constancia, equipo humano, seriedad y harina, mucha harina y levadura para las más artesanas elaboraciones panaderas. Estos son los ingredientes de la receta que ha permitido el éxito de La Canasta desde que Antonio Cárdenas la fundará en 1983 junto a su mujer Loli Vargas.

Antonio Cárdenas se considera panadero desde que nació. Su infancia la recuerda entre harinas y olor a levadura en La Trinidad, ya que su padre abrió la panadería Cárdenas cuando él tenía sólo dos años. A los 14 años ya hacía pan como el más experto y lo repartía en bicicleta por las calles trinitarias y de El Perchel con una canasta que, con el paso de los años, inspiraría el logo de uno de los negocios de restauración más conocidos de Málaga.

Hoy con más de 300 empleados y más de 40 tiendas, La Canasta es una referencia en Málaga, que fabrica y distribuye de forma exclusiva, a lo largo de toda la provincia los más de 800 productos diferentes que salen cada día de sus instalaciones en el Guadalhorce.

Esta panadería de confianza, de dulce exquisito, buen café y restaurante tradicional, es pionera además en la elaboración del pan desde la masa en las tiendas para acercar lo máximo el producto al cliente y desde hace años gestiona también una línea de catering en la provincia

En breve abrirá su primer establecimiento en Sevilla, tras su exitosas aperturas en La Malagueta y Marbella con su tradicional concepto de panadería, restaurante y cafetería.

Por todo ello, La Opinión de Málaga ha decidido reconocer el trabajo de esta empresa familiar y por su compromiso con la provincia de Málaga y concederle el Premio Empresa 2017.