El ecuatoriano radicado en Alemania Darío Aguirre plantea en 'Cesar's Grill' un documental que es más que el testimonio de un viaje de vuelta a las raíces; es su historia personal, la que ocurre cuando recibe la llamada de su padre urgiéndole por ayuda para evitar la quiebra del negocio familiar, y el reflejo de las incomunicaciones y conflictos padre-hijo. Charlamos con Aguirre sobre su obra.

¿Qué ha significado Cesar`s Grill para usted, qué ha encontrado en este viaje de vuelta a sus raíces?

Es un viaje en búsqueda de raíces familiares por un lado y culturales al reconectarme al país donde viví hasta los 19 años. Encontré más que nada en primera línea con cómo funciona la comunicación en las estructuras familiares. Encontré muchos elementos que ponen la diferencia entre las generaciones y las similitudes con nuestros padres, por nombrar solo un par de aspectos. Además, la película es un homenaje a las relaciones entre padres e hijos. Porque este trabajo es la segunda parte de una trilogía acerca de la identidad: 'Cesar's Grill' es un homenaje a la Identidad Familiar, mientras que mi primer trabajo, 'Cinco caminos a Darío', tematiza la identidad personal. Mi próximo trabajo se concentra en la identidad colectiva.

En el proceso de producción de su segundo documental perdió a su madre. ¿Hubo algún momento en que sintieras que lo que sucedía en tu vida fuera demasiado como para seguir con la producción o entendiste que le rodaje era, precisamente, algo sanador?

Antes de la película estaba el cómo nos sintiéramos nosotros... Pero después de un mes de la muerte de mi madre, comencé a darme cuenta de que mi papá se abría cada vez más en nuestras conversaciones; nuestras charlas se tornaban más profundas, y ese proceso me pareció interesante, histórico, aunque todavía no me arriesgué a filmarlo. Un día mi papá me preguntó cuándo venían los chicos para seguir filmando... y esa fue la señal para continuar con la película. Y así lo hicimos. En realidad, la cámara tiene un efecto de puente de comunicación; es un poco como una guitarra: donde hay una la gente se pone alrededor y canta contigo, y eso siempre es saludable.

Hablando de guitarras, utiliza la música como recurso y es usted una suerte de juglar moderno. ¿Cómo surge esta firma tan particular?

Vengo de una familia por el lado de mi madre en la que todos eran músicos, cantaban y tocaban algún instrumento. Muchos años atrás hasta tuve un dúo con mi hermana en la que compusimos canciones y celebramos conciertos. Es decir, la música es parte de mi vida y de mis películas pero en especial esta vez se convirtió en una herramienta para tomar distancia de una situación muy personal y difícil de procesar, y como en todo ritual la música me ayudaba a procesar lo que me estaba sucediendo. Durante el rodaje fui componiendo las canciones como si fuese un diario y los lugares donde las interpreto en la película son espacios que tienen que ver con las vivencias que tuve durante el rodaje.

¿Por qué el espectador debería ver 'Cesar's Grill'?

- Sin querer sonar didáctico, ya que la película no lo es, pienso que en tiempos como los actuales, globales, inundados de información que estamos aprendiendo a procesar y con pocas pausas para la reflexión, es bueno tomar un poco de reconexión refrescante con nuestras vidas y reajustar un par de malentendidos que llevamos por generaciones, en lo que a relaciones padres-hijos se refiere.

Muchos de los conflictos sociales actuales, como todos sabemos, son un reflejo de ese pequeño núcleo llamado familia. La solución es menos complicada de lo que pensamos y pienso que esta película da oportunidades con un estilo fresco a reconciliarnos con nuestros padres. El efecto secundario de todo esto es la celebración de un acto de reconciliación con nosotros mismos. 'Cesar's Grill' motiva a las nuevas generaciones a cambiar todo a una nueva dirección, a la que nosotros queramos y hasta cuando queramos esperar.