El realizador Antonio Hernández, asiduo del Festival de Málaga, donde se llevó en 2007 una Biznaga de Plata por el guion de "El menor de sus males", trae a esta XVIII edición "Matar el tiempo", un thriller amable que juega con las nuevas tecnologías y que busca, sobre todo, "que el espectador se moje".

"El mundo iría mucho mejor si pensáramos en algo más que salvar nuestro culo", ha declarado el director de "Los Borgia" (2006) y "Lisboa" (1999) en una rueda de prensa celebrada hoy tras la proyección de su cinta, que compite en la sección oficial del Festival de Málaga.

Acompañado por los hermanos Aitor Luna y Yon González, la debutante Esther Méndez y el estadounidense Ben Temple, protagonista de la cinta "y el extranjero más conocido de las series españolas", según le ha presentado el director, Hernández ha desvelado que escribió la mayoría de los papeles pensando en cada uno de ellos.

"He buscado que el espectador se entretenga, pero que se moje, que se ponga en la situación del personaje que no puede dejar de implicarse; que lo piense, que medite qué haría en su situación: si haría algo o no", enfatiza el director, para quien el drama es "ver noticias en la tele que caducan al día siguiente".

En "Matar el tiempo", Hernández se apoya en las nuevas tecnologías para abrir una ventana por la que alguien a quien no ves puede verte a ti: el cliente circunstancial de una joven prostituta a la que apenas conoce es testigo, a través de la webcam de la chica, de cómo dos matones la extorsionan y torturan en el salón de su casa.

El hombre, un poderoso broker estadounidense que negocia fusiones en España, debe decidir de manera inmediata si ayuda a la chica o apaga el ordenador y acaba el problema.

"El peligro de las nuevas tecnologías es que nos hacen observadores sin que nos demos cuenta de que somos observados", explica Hernández.

Para González y Luna la experiencia de trabajar juntos ha sido "única y genial", no solo porque la complicidad de hermanos les ha ayudado mucho, sino porque los papeles elegidos para ellos por el director les han permitido jugar al máximo.

Tanto Luna, con su yonqui peleón y descerebrado amante de la play, como González, un boxeador corrupto que teme más a su madre delincuente que a una presunta organización internacional del crimen, han agradecido que Hernández les sacara de sus roles habituales.

"Aitor es un payaso que ha tenido la desgracia de ser guapo", ofrecía como explicación Hernández, mientras Luna reconocía que le había costado meterse en un personaje tan ajeno a él.

Para el reciente protagonista televisivo de las andanzas del Capitán Alatriste, esta película se sirve de un "instrumento moderno" (los portátiles) para contar la historia, pero "la base es teatro".

"Ha sido una experiencia única", ha dicho el taquillero Yon González, protagonista de la última comedia española de éxito, "Perdiendo el norte".

Por su parte, Ben Temple, marido de la actriz Alicia Borrachero, que estaba en la sala, ha explicado que Robert, su personaje, "es un muerto en vida que se refugia en el trabajo hasta que las circunstancias le obligan a conectarse de nuevo con la vida".

"No compro mucho en internet, y menos servicios personales", ha dicho el actor entre las carcajadas de sus compañeros, "pero sí me he visto en situaciones de supervivencia".

Ha reconocido a Efe que le gustaría en su vida "implicarse un poquito más", aunque fuera a través de una ONG: "Donde miremos, Siria, Nigeria, están pidiendo a gritos que nos impliquemos", ha dicho.

Este personaje viudo, este "héroe sin capa" a quien la vida le ha dado dinero y trabajo y poco más, es el "antihéroe" de la historia, un 'quijote' que desoye a su Sancho -que interpreta en la cinta Frank Freis-, y que al final actúa como sabe: jugando al ajedrez, detalla Hernández, porque no es violento.

La película se estrena en cines el próximo 29 de mayo.