Mira que lo tiene fácil la comedia en Málaga, pero muy mal lo ha debido de hacer Manuela Moreno en "Cómo sobrevivir a una despedida" para que apenas se hayan escuchado risas durante el pase para prensa (y público) en el Teatro Cervantes. Lógico: este intento patético de depredar éxitos yanquis como "Bachelorette" ("Despedida de soltera") o "Resacón en Las Vegas" no funciona en ningún momento y su búsqueda de la complicidad del espectador a toda costa (el chiste sobre las formas de los penes llega en el minuto 5 de la película) termina siendo desesperada. Y eso es lo menos gracioso del mundo. Qué mala pipa.