Una mujer colombiana viaja a España para vengar la muerte de su hija, en medio de la refriega entre los militares y las FARC. ¿Suena sexy, eh? Pues no empiecen a salivar, que Andrés Luque Pérez y Samuel Martín Mateos, directores de aquella "Agallas", un thriller anémico y soso, han conseguido que esta premisa argumental haya dado lugar a una cosa inane y aburrida, sin tensión, ni intriga -ojo al inenarrable giro final de las cosas-, espectacularmente mal dialogada -"Voy a ganar en un año 300.000 euros, ¡16 millones de las antiguas pesetas!"-, pobremente interpretada -Carmelo Gómez, ay- y con la realización más de plástico que se pueda imaginar. Podríamos decir que es otro quiero y no puedo del cine español, pero, realmente, ¿qué querían aquí?