El Festival de Málaga es mucho más que largometrajes paseándose por alfombras rojas. Desde hace varios años cuenta con una serie de secciones paralelas en las que, para muchos, se puede ver el mejor cine de todo el que se ofrece en el certamen malagueño. A la espera de que mañana comienza, con 'La estirpe', la competición alternativa, ZonaZine, esta noche empiezan las proyecciones de otros dos interesantes parcelas del 'off' festival: Documentales y Territorio Latinoamericano.

'El hombre nuevo' (Teatro Echegaray, 22.00 horas) abre las proyecciones de no ficción. Se trata de una cinta dirigida por el montevideano Aldo Garay, quien, de alguna manera, ya es parte de la familia del festival malagueño: en su edición del 2009 su filme codirigido con José Pedro Charlo, 'Círculo', se alzó con el premio al Mejor Documental y en 2010 se hizo con el Premio Especial del Jurado por su documental 'El casamiento'. En esta ocasión llega acompañado por Stephanía, la protagonista de 'El hombre nuevo'.

Contextualicemos: Stephanía es una travesti nicaragüense, que, siendo niño, mientras trabajaba por la revolución como alfabetizador, fue adoptado, de una manera un tanto irregular, por una pareja de izquierdas uruguaya, durante la revolución sandinista. 'El hombre nuevo' está apoyado por imágenes que el propio Director grabó años ha, cuando una joven Stephanía contaba sobre su vida en su Nicaragüa natal, imágenes que dialogan con la vida actual de la protagonista, y el reencuentro con sus raíces, con su país y su familia. El documental provoca millones de sensaciones, manteniéndonos a la expectativa de lo que ocurrirá pero el director nos sorprende al obviar un 'the end' fácil; prefiere reflexionar y preguntarse: ¿Cuánto aceptamos nuestra vida, nuestros instantes, lo que nos ha tocado vivir? Cómo querer a los nuestros ¿con condiciones o libremente y sin prejuicios? Yo hallé mis respuestas; seguro que usted también encontrará las suyas tras ver este magnífico trabajo.

El motivo para la enhorabuena viene de la mano de Territorio Latinoamericano y se titula 'Dos mujeres y una vaca' (Cine Albéniz, Sala 2, 21.15), el primer largometraje del director, guionista y profesor de Literatura Hispanoamericana Efraín Bahamón Peña. El filme nos sitúa en la Colombia rural, donde dos mujeres analfabetas, Rosana y su nuera Hermelinda, reciben una carta que será el inicio de odisea que las llevará a conocer sus oscuridades y poder sacar luz y belleza de ellas. Debo reconocer que a pesar de que las dos protagonistas son entrañables, la que roba todos los planos es Corina, una vaca que se convierte en una especie de ser omnipresente que simboliza la esperanza en medio del tumulto y la tormenta.

Se trata de un filme discreto, sencillo, quizás pobre en cuanto a factura, de acuerdo, pero con la habilidad y capacidad de abrirnos a un sinfín de asuntos trascendentales de la Colombia contemporánea: el analfabetismo, la dureza de la vida del campo, el machismo, la violencia latente y manifiesta... Bahamón no recurré al cliché para abordar las secuelas de la guerrilla, el narcotráfico y el paramilitarismo, sino que utiliza estos temas como la parte de un todo, un todo que define la vida del pueblo, del campo y que, aun siendo esencialmente colombiano podría aplicarse a casi cualquier parte del planeta. 'Dos mujeres y una vaca' se repone mañana en dos pases en el Cine Albéniz: en la Sala 4 a las 19.45 horas y en la Sala 2 a las 23.15 horas.