Un documental dirigido por Enrique Iznaola, Miguel Picazo, cineasta extramuros, repasará la vida y el legado del director de La tía Tula, fallecido anteayer, un cineasta «demasiado atrevido y ambicioso para su tiempo», según le define el malagueño José Antonio Hergueta, productor del documental. El proyecto se presentó hace un año en el Festival de Cine de Málaga y continúa en fase de producción, con el propósito de estrenarse el próximo otoño, indicó Hergueta ayer.

En él participa el propio Picazo además de realizadores coetáneos, algunos de sus alumnos y actrices como Carlos Saura, Mario Camus, Josefina Molina, Basilio Martín Patino, Assumpta Serna, Mercedes Sampietro o Alejandro Amenábar.

Anna Saura, hija del director de Cría cuervos y estudiante de Periodismo, lleva la voz conductora. «Nos importa mucho que las nuevas generaciones entiendan quien fue Picazo y por qué solo rodó cinco películas pese a firmar una opera prima como la Tía Tula», explica el productor malagueño.

En realidad, añade, de esas cinco películas, sólo dos tuvieron una distribución adecuada: la primera y la última, Extramuros, un drama filmado al amparo de la ley Miró en 1985, protagonizado por Carmen Maura y Mercedes Sampietro. «En Oscuros sueños de agosto (1967) se le murió el productor; El hombre que supo amar (1978) era una superproducción demasiado ambiciosa para la época; y Los claros motivos del deseo (1977), producida por José Frade, fue maltratada por la crítica, metiéndola en el cajón del destape, cuando era una mirada humana y social», subraya Hergueta. Además, la censura fue implacable. Su primer proyecto, Jimena, centrado en la vida de la esposa del Cid, no logró pasar de guión. La propia Tía Tula, con Aurora Bautista y Carlos Estrada, sufrió ocho cortes irreversibles.

«Cirujano de los sentimientos y de los tabúes de una época", Picazo fue pionero en la radiografía de los sentimientos de la mujer en el cine español, desde una perspectiva feminista. Esa combinación de atrevimiento y mala suerte lo apartó de la dirección a partir de 1985. Eso sí, tuvo una segunda oleada de celebridad a raíz de su papel del profesor Figueroa en Tesis (1996) de Alejandro Amenábar.

El documental incluirá todas esas facetas, así como su etapa como director de ficciones en TVE, que ha colaborado aportando material de archivo inédito de los años 60 y 70.