­Cinco directores, cinco historias, 36 actores internacionales y seis meses de rodaje son los números de la última cinta de terror del productor malagueño Kike Mesa, Maniac Tales. «Casi una superprodución», decía mientras se mostraba, por primera vez, el trailer al público que ayer asistió al espacio 5 Minutos de Cine, que organiza el Festival de Málaga. El mismo es el director de uno de los capítulos, en concreto de Cimbelin, pero también lo es el malagueño Enrique García (que tuvo que modificar la planificación de Resort Paraíso, con la que comparte ubicación, para poder hacer doblete), responsable de El momento perfecto y otros cineastas como Rodrigo Sancho -hijo de Sancho Gracia- o Denise Castro.

«Hace solo unos meses eran cien folios encima de mi escritorio», recordaba Salva Martos, guionista del filme, y quien tuvo la tarea, tras escuchar a las distintas partes, de aglutinar la trama y darle unidad. También fue importante, para conseguirlo, la labor del compositor Pablo Trujillo, que como explicaba en rueda de prensa, hizo de la música uno de los elementos que da cohesión y continuidad a la historia, conservando la personalidad de cada episodio y respetando en todo momento el argumento central.

Nueva York, Barcelona o Málaga son algunas de las ciudades escenario en las que se desarrollan los diferentes capítulos que componen el largo, pero siempre dependientes de una historia troncal, La Visita, que se prolonga durante más de una hora y que transcurre en la América profunda.

Se podría decir que está ambientada en un bloque de apartamentos de Nueva York al que llega un inmigrante sin papeles que acoge el portero del edificio, donde descubre a raíz de una serie de acontecimientos lo que pasa detrás de la puerta de cada apartamento. Pero hay más, un relato terrorífico plagado de zombies y multitud de escenas sangrientas que dan forma a la valiente producción de Kandale films.

Técnicamente compleja, la cantidad de efectos especiales ha provocado que todavía tengan por delante un mes de postproducción y que continúen buscando distribuidora, aunque adelantaron que ya ha habido interés por parte de una muy importante a nivel internacional. Así, la idea que manejan es estrenarla el próximo mes de noviembre para hacerla coincidir con la celebración de Halloween y con el Festival de Sitges.

Su vocación es inminentemente internacional. Razón por la que la película fue rodada en inglés, por deseo expreso de Mesa «para no limitarse al mercado nacional y tener más opciones de movimiento, a pesar de que la procedencia y la mayoría del equipo fuese española».