Después de debutar en 2001 con Tuno negro, el director Pedro Barbero regresa ahora con El futuro ya no es lo que era, que califica como una «comedia posromántica», protagonizada por Dani Rovira y Carmen Maura y presentada ayer en el concurso del Festival de Málaga.

Barbero considera que esta historia va más allá de las comedias románticas que tanto abundan en la pantalla «de chico y chica que se conocen, se pelean, se recuperan, se besan y llega el fin de la película». Aquí se muestra «una historia de amor perfecta cuyos protagonistas cerraron esa puerta y en la película se vuelve a abrir y se descubre una comedia mucho más ácida porque han pasado muchas cosas y el romanticismo se ha escapado por la ventana».

Para el director, la película «es mucho más que Dani Rovira», porque «no está hecha para él», pero cuando ya estaba escrita pensó que podría ser el protagonista, ya que «los actores cómicos normalmente son también grandes actores dramáticos». «Obviamente, tener a Dani es un lujo y un valor, porque él esta ahora en alza, pero le vamos a ofrecer al espectador una parte distinta de Dani, más dramática, y es una apuesta por su parte y por la nuestra. Él sale indemne y está muy bien, y podrá hacer más cosas dramáticas», resaltó Barbero ayer.

Rovira no acudió a la presentación pero sí su madre en la ficción, Carmen Maura, que cree que es «muy distinta» a su personaje: «Hice lo que el director me mandó, y he seguido sus pautas. No sé si hay mucho de mí, aunque sí me identifico en que las dos no somos madres perfectas, porque cuando eres actriz es difícil de compaginar».

La actriz lamenta que muchas de las películas que hace en otros países no se vean en España, como la que está promocionando ahora, la producción suiza La vanité, y su próximo trabajo será una coproducción con Argentina titulada El último traje.