'En tu cabeza' está compuesta por cuatro piezas entrelazadas, escritas por Daniel Sánchez Arévalo y Curro Novallas, y dirigidas por Kike Maíllo, Borja Cobeaga, Alberto Ruiz Rojo y el propio Sánchez Arévalo. La historia trata sobre Andrea, una joven que vive en el año 2052 y viaja al pasado metiéndose en la cabeza de las personas para concienciarles sobre la importancia del ahorro energético. El director de éxitos como 'Primos' o 'La gran familia española', asegura tener ya listo el guión de su nueva película, que rodará «este año o el siguiente», y que le encantaría volver a competir en el Festival de Málaga. Ante la confesión de Rajoy de que no veía cine español, Sánchez Arévalo decidió actuar: le envió un mensaje para animarle a ver las películas de los Goya y le llevó tres títulos ­a Génova. El presidente le contestó agradeciéndole el gesto.

¿No cree que la conciencia ecológica ha avanzado mucho en los últimos años?

Sí, pero pienso que nos queda muchísimo camino. Todos los mensajes incluidos en el guión son cosas que ya sé pero que no siempre aplico. Creo que a veces tenemos esa sensación de que ya lo harán los demás. Y no nos damos cuenta de que cada pequeña acción de cada uno puede marcar la diferencia. También creo que la ficción es un vehículo muy poderoso para transmitir un mensaje. Si ves un anuncio no prestas tanta atención como cuando te cuentan una historia.

Y mientras nos preocupamos por el ahorro energético, el Gobierno pone impuestos al sol penalizando a los que deciden autoabastecerse con placas solares...

Desconozco los motivos por los que te gravan por generar tu propia energía en tu casa con paneles solares. No lo acabo de entender, la verdad. Y me preocupa este viraje que vemos en Estados Unidos, donde han reducido muchísimo todo el presupuesto destinado a medio ambiente, o estos mensajes populistas que apuntan a que el planeta no está tan mal. Yo estoy planteándome irme a vivir fuera de Madrid porque cada vez muere más gente por la contaminación del aire.

¿Está el cine contaminado del negocio de la televisiones?

No diría contaminado. Es verdad que las reglas del juego han cambiado y las televisiones tienen ahora mucho peso. Las televisiones son productoras, están coproduciendo las películas. Y son una pata de una mesa que si no la tienes no puedes hacer cine. Pero dicho esto, para mí es fundamental intentar preservar la diversidad: hacer proyectos maravillosos, geniales y gigantescos como las películas de Bayona, o comedias muy populares que hagan mucha taquilla, pero también tienen que asumir la responsabilidad de preservar un nivel de calidad y variedad en el cine español. Y apoyar proyectos más pequeñitos como puede ser por ejemplo 'Tarde para la ira'. Es verdad que la clase media del cine ha desaparecido, pero lo más preocupante es que ha desaparecido el público. Antes, todo este tipo de cine, más alejado de los centros comerciales, tenía una masa de gente que acudía a consumirla.

Pero lo cierto es que en los últimos años ha subido la taquilla de nuestras películas y ya no es tan latente ese rechazo irracional que antes existía por el cine español.

Es muy contradictorio todo lo que está ocurriendo. Es cierto que estamos insuflando cierta confianza en el público y quitándonos este estigma o rechazo que había de no ir a ver cine español. Estamos consiguiendo revertir un poco esa tendencia, pero a la vez hay una tendencia general de abandono del público, que ha dejado de ir a las salas a ver cine. Ir al cine ha dejado de ser una forma habitual de ocio.

¿Y no tiene eso que ver con las televisiones y el impulso de las plataformas digitales?

Creo que las plataformas son complementarias. Para mí es más preocupante que el IVA cultural continúe al 21% o que no se den cuenta de que el público quiere ir al cine. Prueba de ello es que cuando bajas las entradas un poquito, la gente acude en masa al cine. Está instalada la idea de que el cine es caro y habría que luchar por hacer pequeños gestos para que la gente vuelva a consumir cine de forma habitual. Tengo amigos a los que les parece normal ir dos veces al año al cine. Tampoco hay que darle la espalda a las nuevas maneras de consumir ficción. Porque la gente sigue viendo películas y quiere que le cuenten historias. La ficción nunca va a morir. Al revés: estamos viviendo un auge muy importante con las series de televisión.

El actor Quim Gutiérrez aseguraba hace unos días que el entretenimiento está acabando con el cine. ¿Comparte esta opinión?

Yo siempre he reivindicado el cine como un arte de entretenimiento y me gusta esa faceta del cine de evasión. Que sea capaz de sacarte de tu mundo y de tu vida, y que eso te provoque cierto alivio. Aunque también, obviamente, me ocupo y me encanta ese cine que intenta transmitir algo. Ese cine que conciencia, que pone el acento en la realidad social. La pena es que parece que cada vez hay menos demanda de este último tipo de cine. Y que al final la gente lo único que quiere es echarse unas risas y no pensar. Eso a mí tampoco me acaba de gustar. Lo maravilloso del cine es su gran variedad de géneros e historias. Y sí es verdad que cada vez empieza a ser mucho más nicho todo lo que no tiene que ver con el gran espectáculo, con los fuegos artificiales. Esa es un poco nuestra pelea.

En Málaga estrenó su primera película, 'Azuloscurocasinegro'. ¿Le volveremos a ver compitiendo en el festival?

Creo que este festival está virando hacia un lugar muy interesante. Se ha alejado un poco del cine más comercial para darle un espacio real a producciones más independientes y a un cine más alternativo. Su apertura al cine latinoamericano me parece también un movimiento muy inteligente. Mi vinculación con el festival es muy importante y por supuesto me encantaría volver. Y volver a competir. Porque para mí competir tiene mucho que ver con compartir experiencias con otros compañeros que hacen películas.

¿Por qué está tardando tanto su siguiente película?

Al principio fue por una necesidad de parar. De reflexionar sobre el tipo de películas que quería hacer. Me siento muy privilegiado porque puedo escribir y contar las historias que quiero contar, pero había algo en el rumbo que estaba tomando que no me acababa de convencer. Y por eso quería reflexionar y probar otras rutas. Ahora ya por fin tengo un guión, que no sé si voy a rodar este año o el próximo. Es una historia que no tiene nada que ver conmigo porque está basado en una novela que yo no he escrito. Es una historia de posguerra. Un drama-thriller que se sale mucho de mi universo y de lo que he hecho hasta ahora. Tenía mucha necesidad de eso y estoy muy ilusionado y con muchas ganas.

¿Tiene título?

Sí, pero no me dejan decirlo.

¿Habrá nuevas entregas de esta serie que inició con Rajoy para animarle a que vea cine español?

Ojalá esta miniserie tenga continuación y la continuación fuera que ha visto las películas y empecemos a tender puentes. Creo que hemos estado mucho tiempo a la gresca y eso no lleva a ningún lado. Lleva a separarte y a alejarte más. Al final creo que hay que acercar posturas. Insisto muchas veces en que nosotros somos conscientes de la crisis, de los problemas, de que hay que apretarse el cinturón..., pero muchas veces nos han faltado muestras de cariño. Y también entiendo que para recibir cariño hay que dar un poco de cariño. Y eso es lo que me llevó a hacer esta trilogía.

Ahora se arriesga a que el presidente le diga que no le ha gustado 'Azuloscurocasinegro'...

Me parecería absolutamente correcto. Pero ojalá vea 'Tarde para la ira' y le mande un mensaje a Raúl [Arévalo]. Me gustaría que al igual que felicita a cada deportista o miembro de la sociedad que consigue un gran logro, lo hiciera también con el mundo del cine. Nada más. Esos pequeños gestos significan mucho.