"El jugador de ajedrez", una película dirigida por Luis Oliveros que narra la historia de un español atrapado en el horror nazi durante la ocupación de Francia, ha completado este viernes la presentación de los diecisiete largometrajes que compiten en la sección oficial del Festival de Málaga.

Diego Padilla (Marc Clotet) gana en 1934 el Campeonato de España de ajedrez y conoce a Marianne Latour (Melina Matthews), una periodista francesa de la que se enamora y con la que tiene una hija.

Marianne le convence de que se vayan a vivir a Francia, donde poco después Diego será acusado de espía y encerrado en una prisión nazi, en la que intenta sobrevivir gracias a la afición al ajedrez del coronel Maier (Stefan Weinert), el oficial al mando.

Luis Oliveros considera que la película y la novela homónima en la que está basada, de Julio Castedo, "son como hermanos gemelos, pero hay que buscarle a cada uno su propia personalidad".

"Hay una base que es la misma y cosas que se han cambiado; he dado mi visión sobre la novela y el guión, y además casi nunca se puede plasmar la obra original de la misma forma en la película", ha añadido el director.

Marc Clotet se sintió muy identificado con su personaje, alguien que empieza la película en todo lo alto, ganando el Campeonato de España de ajedrez, con lo que cumplía su sueño y el de su padre, y al que después "le sorprenden dos guerras e intenta sobrevivir".

"El ajedrez me ha enseñado que cada movimiento cierra unas puertas y abre otras. Mi personaje nunca da por perdida una partida hasta que dicen jaque mate, y también sabe que antes del jaque mate puede conseguir unas tablas, y que llegar a tablas puede ser una victoria", ha explicado el actor.

Lo más duro de este trabajo fue perder diez kilos, según Clotet, que antes del rodaje sólo sabía las normas básicas del ajedrez, pero recibió clases de jugadores profesionales "para aprender la actitud del ajedrecista, el respeto al contrincante o cómo se deslizan las piezas".

Para Melina Matthews, la principal dificultad fue mantener el acento francés e interpretar "un personaje de época, porque hace setenta años, pero cualquiera conoce a gente que vivió en los años 40".

En el reparto también está Alejo Sauras, que hasta ahora había visto el ajedrez sólo como un juego y ahora ha empezado a "asociarlo con otros aspectos de la vida".

"Personajes como el mío hubo muchos en España y les debemos un sentimiento, porque eran como los peones del ajedrez. Cuando termina la partida, no quedan peones, y mucha gente sabía que no iba a llegar al final de la partida, pero era importante abrir camino para que alguien llegara después, terminara de abrirlo y ahora tengamos libertades y derechos", ha señalado Sauras.