México, Argentina y Cuba zanjaron ayer la Sección Oficial de Largometrajes del Festival de Málaga.Cine En Español con filmes sobre cuestiones urgentes y espinosas en torno al feminismo, el aborto y la situación actual de Cuba.

Vayamos primero con Los adioses, segundo largometraje dirigido por la cineasta mexicana Natalia Beristain, y que rescata la vigencia del discurso igualitario de la escritora Rosario Castellanos y muestra en la pantalla su difícil relación con el filósofo Ricardo Guerra. El actor Pedro de Tavira, que interpreta a Guerra en su juventud, explicó ayer que el filme «nace de la inquietud personal de la directora por los temas de la vida en pareja, el compromiso a largo plazo, ser mujer, ser madre y decidir ser una madre trabajadora».

«Lo que muestra la película no es muy distinto de lo que se vive hoy en día en México y en otros lugares. Se habrá evolucionado en cuestiones legales, pero en las relaciones diarias es tristemente muy cercano el discurso que muestra la película», añadió el intérprete. «La película rescata la voz de Rosario, dolorosamente pertinente hoy, y conecta con el movimiento Me too y con los escándalos de Harvey Weinstein, porque vivimos en un mundo corporativo liderado por varones», zanjó De Tavira.

Seis años después de cosechar el éxito en el Festival de Cannes con Las acacias, Pablo Giorgelli estrena Invisible, una película que trata el aborto y la adolescencia desamparada en Argentina, donde «es un tema tabú» y «la sociedad está fracturada». «Me tomó tiempo entender desde dónde iba a contar la película», explicó el director de la cinta, que la consideró como un filme «crítico»: «No tiene que ver con una cuestión moral, es una película que más allá de su resolución, es crítica con el sistema y el contexto en el que trata el aborto, el tema más importante pero un tema más». «La película está contada desde el punto de vista del personaje. Como director debo dar un paso al costado, tratar de entender al personaje. Lo que ella va decidiendo tiene que ver con su edad, con el contexto, con la familia. Es una película con una postura clara, una mirada crítica a un contexto y a una sociedad. No es una película discursiva a favor de una posición, sino sobre una adolescente desamparada en su drama íntimo», argumentó Giorgelli.

Finalmente, el director mexicano Gerardo Chijona presentó Los buenos demonios, una cinta en la que reflexiona sobre «el mundo de valores y ética en la sociedad cubana» pero «sin juzgar a nadie». «En el guión confluyen tres generaciones de cubanos: la que sigue creyendo en los valores de la revolución; la clase emergente de negocios; y los hijos del Periodo Especial. Esos personajes confluyen en un micromundo y cada cual tiene un concepto distinto de la moral», explicó Chijona.

El equipo de la película fue preguntado por la situación actual de Cuba, en la que Miguel Díaz-Canel ha sido elegido nuevo presidente del país americano: «Es un relevo de generaciones. ¿Para dónde va Cuba? Ojalá tuviese una bola de cristal. Es más fácil vivir allí que tratar de entenderlo», dijo el director.