Aunque parezca mentira, al fin cerramos uno de los años más difíciles de las últimas décadas. Muchos suspirarán aliviados, esperando que el ejercicio que entra sea mejor ¿Esperanzas fundadas? Muy complicado de decir, especialmente con las enormes incertidumbres que nos rodean.

El 2013 puede ser el año del rescate o de la ayuda de nuestra economía, es el ejercicio en el que la fiscalidad de la vivienda cambia radicalmente, acabando la deducción por compra y volviendo el IVA del 4% al 10%, en ese entorno tenemos que ver cómo funcionará el banco malo y si el rescate financiero tiene éxito, con desinversiones y procesos de venta, también queda ver si los precios que cierran en una tasa alta se moderan y lo más importante, como se comparte el mercado de trabajo, aspecto clave para salir de la crisis. Ante todo esto ¿Qué puede hacer el ahorrador?

Afortunadamente sigue existiendo muchas alternativas, de menor a mayor riesgo, de completa liquidez a inmovilizar nuestro dinero durante más tiempo, todas con sus pros y sus contras que hay que tener en cuenta antes de tomar cualquier decisión.

Cuentas remuneradas y depósitos

Dentro de las grandes contradicciones a las que se enfrenta nuestra economía, una de ellas es la de los tipos de interés. Con el Euribor que finalizará el año muy cerca del 0,5%, el BCE moverá ficha en los primeros meses de año bajando el precio del dinero desde su 0,75% actual. En teoría, esto significaría depósitos con una rentabilidad menor, pero la realidad en estos meses ha sido completamente distinta con muchos plazos fijos que superan el 4%.

La necesidad de financiación de los bancos seguirá marcando la rentabilidad de los productos que será muy alta y le llevará a que continúe siendo un producto "estrella" donde poder dejar nuestro dinero sin riesgo. El consumidor puede aprovecharse de ello y dejar una parte de sus ahorros en este producto sin riesgo, siempre un remanente para emergencia, y si no quiere riesgo algo más.

Deuda del Estado

El rescate y el cumplimiento del déficit marcarán el resultado de las próximas subastas de deuda. Si no llega la ayuda de la Unión Europea seguiremos viendo que los tipos de letras, bonos y obligaciones variarán según esté la coyuntura en cada determinado momento.

Un claro ejemplo lo tenemos con lo ocurrido en la segunda semana de diciembre, si el día 10 se disparaba la prima de riesgo por encima de los 430 puntos básicos debido a los problemas políticos en Italia, cuatro días más tarde caía por debajo de los 400 puntos debido al acuerdo de crear un supervisor bancario para la zona euro.

Por ello, siendo unos productos seguros podemos encontrarnos con rentabilidad muy diferente según el momento de compra, además los movimientos de tipos, pueden hacer que si necesitamos vender antes la inversión tengamos pérdidas. Si nos encontramos rentabilidades atractivas y no tenemos necesidad, de vender anticipadamente, es una opción adecuada de inversión. Si se reduce la prima de riesgo, perderán su atractivo respecto a los depósitos.

Bolsa y fondos de inversión

La tendencia de los últimos meses de 2012 puede marcar lo que suceda en 2013. Si pensamos en clave doméstica, la bolsa española puede comportarse mejor que en los años anteriores con rendimientos positivos marcados por unas perspectivas de recuperación económica en el medio plazo en general y saneamiento de algún sector en particular, como es el caso de los bancos.

Por ello, podemos invertir parte de nuestro dinero en bolsa española ya sea directamente en acciones o en fondos de inversión. Si hay un cambio importante a considerar respecto a otros años, y es que hay menos opciones de invertir guiándonos por la rentabilidad de los dividendos.

En meses anteriores era fácil encontrar hasta rentabilidades que superaban el 8% anual sólo por lo que se cobraba en dividendo en empresas tan seguras como Telefónica o Banco Santander, la subida del precio de las acciones por un lado y la reducción o incluso las decisiones de grandes empresas de dejar de pagar dividendo para mejorar su endeudamiento ha llevado a que este tipo de inversión sea más escasa y menos atractiva.

Saliendo de puertas afuera, los ojos hay que ponerlos principalmente en Europa, por el que se apuesta por la recuperación en los próximos ejercicios frente a ralentización de otras zonas que han sido el motor del crecimiento. Los países emergentes (Latinoamérica, Asia) están mostrando ya señales de debilitamiento, especialmente en el continente americano, y todos ponen sus ojos a si Estados Unidos inicia la recuperación, evitando el llamado "abismo fiscal" con un acuerdo que permita reducir el déficit de forma escalonada sin que se sacrifique el crecimiento.

Por ello, podemos apostar hasta un 25% de nuestra inversión en renta variable, y distribuirla esencialmente en España y Europa, utilizando especialmente para las inversiones fuera de nuestras fronteras instrumentos como los Fondos de Inversión y los ETF (Fondos cotizados) que son una opción más económica respecto a las comisiones.

También podemos considerar dejar un 5% de nuestra inversión en Fondos Globales, productos en los que se les deja libertad de elección de la inversión al gestor del fondo, moviendo nuestro dinero donde estimen que haya mayor potencial. Estos productos, y los fondos de renta variable en general tienen que tener un horizonte de inversión a largo plazo, al menos de 5 años y recomendable más de 10, por ello evitemos depositar dinero que pensemos que vamos a necesitar, retirarlo antes, puede acarrear pérdidas.

Otras divisas

Los problemas que rodean la zona euro, han hecho pensar a muchos en los momentos más duros invertir en otras divisas. Abrir cuentas no es lo más común, aunque existen depósitos comercializados por los grandes bancos en las principales monedas extranjeras: dólares, libras esterlinas, francos suizos.

Todos los países en general tienen tipos de interés muy bajos, cercanos en algunos casos al 0%, y sin el problema de liquidez de los bancos españoles, la rentabilidad que vamos a conseguir es mínima. Lo que si tenemos es un gran riesgo de tipos de cambio, es decir, si se revaloriza el euro frente al resto de las divisas tendremos pérdidas. Por ello, vuelve a ser una inversión de riesgo que si la consideramos debe ser de forma muy marginal. Si las perspectivas de recuperación en el medio plazo en Europa se consolidan mayores que en otros países, debemos descartar esta opción.

Oro

Es el valor refugio por excelencia, pero tras los máximos alcanzados a mediados de 2011, su comportamiento es más estable. Podemos destinar parte de nuestra inversión, pero no para buscar rápido beneficio si no como protección de momentos difíciles y también pensando más en el medio plazo. Se puede adquirir oro, no sólo comprándolo físicamente, también adquiriendo certificados de depósito o incluso con fondos de inversión que invierten exclusivamente en este preciado metal. Si 2013 es finalmente un año de transición, no veremos resultados espectaculares, pero tenemos una inversión segura para combinar con el resto de nuestras opciones.

Vivienda

Sin duda la gran perjudicada, al menos los primeros meses del año. Sin deducción fiscal por su compra y con el IVA de la vivienda nueva en el 10%, perderá su atractivo, pero el stock de vivienda sigue siendo enorme y tenemos un nuevo operador activo, SAREB, más conocido como el "banco malo" que debería dinamizar el mercado. ¿Qué puede pasar? Lo más probable es que según avancen los meses, se incentive más la compra bajando los precios, por lo que el panorama mejorará según avancemos en el ejercicio.

También es probable, que si el parón en la venta es muy importante, se busquen nuevas medidas que incentiven la venta. Por todo ello, lo más aconsejable en las primeras fases es ser más cauto y esperar a que las condiciones sean más favorables.

Llegamos al año 2013, un ejercicio lleno de incertidumbres pero que esperemos que marque el principio de la salida de la crisis, y en el que podemos apostar por un mix de productos que cubran nuestras necesidades en el corto y largo plazo. Los depósitos seguirán siendo atractivos por su seguridad y rentabilidad a pesar del entorno de tipos bajos, sólo a final de año, si la reestructuración bancaria es exitosa y las señales de recuperación son mayores podrán rebajar su rentabilidad. En los fondos de inversión y la bolsa. Europa empieza el año con mejores perspectivas que los Estados Unidos y los mercados emergentes. Por su parte, el oro seguirá siendo un buen refugio en el largo plazo, y la vivienda con el cambio radical de su fiscalidad verá un parón que obligará a rebajar más los precios.

Antonio Gallardo, iAhorro.com, analistas de finanzas personales