Twitter o Facebook no sólo pueden poner en más de un aprieto a políticos indiscretos, como ha podido comprobar, entre otros, la concejal alicantina Marisol Moreno, condenada a 6.000 euros de multa por injurias a la Corona a través de la primera de estas redes sociales. Una foto desafortunada o un comentario salido de tono en cualquiera de ellas también puede suponer un motivo de descarte en un proceso de selección de personal.

Y es que la gran cantidad de datos personales de todo tipo que la mayoría de los usuarios vuelca en este tipo plataformas las ha convertido en una valiosa fuente de información para los responsables de recursos humanos de las compañías, hasta el punto de que un 88% de ellos reconoce que consulta la reputación online de los posibles empleados antes de contratarlos, de acuerdo con un estudio realizado por Infoempleo y Adecco. Es más, un 28% de los participantes en la encuesta aseguró haber rechazado ya a algún candidato por lo que encontró en sus perfiles.

Como es lógico, la red más consultada por las compañías es LinkedIn, que tiene un carácter claramente profesional y que se ha convertido en el mejor escaparate de cualquier profesional que busque empleo, pero hasta un 61,5% de los encuestados señala que también suele echar un vistazo a la página de Facebook de los candidatos en algún momento del proceso -ya sea antes o después de la entrevista personal-, y otro 35,3% se interesa por su Twitter.

No obstante, los expertos señalan que no hay que obsesionarse en borrar todas las fotos en las que se nos vea de fiesta o disfrazados de carnaval, y que basta con emplear el sentido común. "Los reclutadores también son personas y, si te ven tomando una cerveza con unos amigos, tampoco pasa nada", señala Jorge Guelbenzu, director general de Infoempleo.

Entonces, ¿qué es lo que hay que evitar para no salir perjudicados a la hora de postularse para un empleo? "Pues aquellos contenidos en los que se haga apología de la violencia de cualquier tipo o el terrorismo, aunque sea algo irónico; las publicaciones en las que se fomente de alguna forma el uso de drogas y las imágenes de contenido sexual o inapropiadas", apunta Guelbenzu. Es decir, los casos extremos que pueden provocar que el responsable de realizar un contrato se lo piense dos veces.

"No se trata de parecer perfectos y, a veces, no todo se interpreta desde un punto de vista negativo. Si apareces de copas con unos amigos puede verse como que eres una persona sociable o, si sales practicando deporte, puede indicar que sabes trabajar en equipo", apunta, por su parte, la directora de Carreras Profesionales de Fundesem, María Luz Pomares, quien tampoco ve problemas en que se expresen opiniones políticas de cualquier signo, "mientras sean respetuosas con los demás". Así que aquellos que en las pasadas elecciones se emplearon a fondo en defender a su candidato preferido también pueden estar tranquilos.

Al respecto, Pomares recalca que un uso adecuado de las redes también pueden ayudar al candidato a ganar muchos puntos. Por descontado, lo principal es tener un buen perfil en LinkedIn, pero también se le puede sacar partido al Facebook, el Twitter o Instagram. "Si participas en foros o en grupos relacionados con tu trabajo estás demostrando interés y también si generas contenido propio. Puede ser también una forma de demostrar que estás al día", explica la experta, quien señala que "cada vez es más importante labrarse una marca personal en internet".

Dudas éticas

Claro que no todos los profesionales están de acuerdo con este uso de las redes sociales. "Nosotros nunca miramos los perfiles de lo que consideramos que son redes sociales de uso privado. Confiamos más en las pruebas que hacemos a los candidatos y nos evitamos dudas éticas", sostiene la subdirector de Recursos Humanos del grupo Vectalia, Paloma Babiloni.

"Una persona puede ser como quiera en su vida privada y luego ser el trabajador más serio y más capacitado del mundo", asegura la ejecutiva. Por eso, por el contrario, Babiloni se muestra más exigente con la imagen que dan los candidatos en LinkedIn, donde sí valora la actitud que demuestran sus posibles empleados. Por ejemplo, una de sus recomendaciones es prestar atención a la dirección de correo que ponemos de contacto. "Debe ser identificativa y profesional y no del estilo de "laratitapresumida@gmail.com" y otras cosas peores, como muchas veces te encuentras", explica Babiloni. Es decir, que al final hasta los detalles cuentan.