Un estudio del IESE asegura que la lluvia hace a los consumidores menos sensibles al precio y que los comercios podrían incrementar sus ventas hasta un 2 % si elevaran los precios los días lluviosos.

El profesor Víctor Martínez de Albéniz y el investigador Abdel Belkaid, ambos de la escuela de negocios IESE, han analizado 98 tiendas de países como España, Alemania, Francia e Italia y han llegado a la conclusión de que el clima tiene una influencia mucho mayor de lo que a menudo se piensa en las ventas.

Los autores han estudiado el impacto de la temperatura y de la lluvia en dos variables de venta al por menor: el tráfico (número de visitas a la tienda) y la conversión (probabilidad de que un visitante compre un producto).

Los expertos concluyen que los consumidores en días de lluvia se vuelven menos sensibles al precio, por lo que los comercios pueden llegar a incrementar sus ventas en un 0,5 %.

Si las tiendas además deciden aplicar una política de precios flexibles y modifican los precios al alza los días lluviosos, este incremento puede alcanzar el 2 %.

El informe añade que la temperatura es el principal motor de la conversión y que ayuda a aumentar las ventas de ropa de la temporada apropiada, de manera que un día de frío y lluvia anima a comprar ropa de abrigo.

No obstante, el estudio concreta que la lluvia incrementa el tráfico un 16 % en los centros comerciales, mientras que decae un 29 % en la calle, según una nota del IESE.