"Estaba en el concierto en Rusia y hubo un problema técnico. Así que después de la primera canción decidí dejar de cantar porque nadie podía escucharme", dijo Julio Iglesias anoche en una multitudinaria rueda de prensa en Damasco.

Además de salir al paso de los rumores que le habían atribuido supuestos problemas cardiacos, Julio Iglesias dijo que considera a su hijo Enrique un "héroe", porque ha alcanzado el "mismo nivel" que su padre.

"Estoy algo más que casado. Tengo cinco hijos y estoy muy feliz con ellos. Es natural que a un padre le guste que sus hijos tengan una vida parecida a la suya", aseguró.

Julio Iglesias, que se encuentra en Siria para actuar hoy en el anfiteatro romano de Bosra, dijo a los periodistas que el instante más bello de su vida fue "el momento en que nací".

"Mi padre era ginecólogo y mi madre me dijo que él le había ayudado a darme a luz. Mi padre se puso muy contento al verme, pero mi madre me contó que yo gritaba mucho", contó a la prensa siria el cantante español.

Respecto a su esperada actuación en el anfiteatro de Bosra, uno de los que mejor se conservan en todo el mundo, Iglesias señaló que él "no diferencia entre un teatro de la ópera y un lugar antiguo" al cantar.

"Evidentemente, un sitio histórico ha contemplado a muchas generaciones, pero cuando cierro los ojos y canto, no me importa dónde estoy. Lo más importante para mi es hacer llegar mi mensaje a las almas de quienes me escuchan", dijo al intérprete de temas como "Manuela" o "Gwendolyne".

"He ganado muchos premios, pero el mayor de todos ellos es poder cantar en todo el mundo, de Finlandia a China", dijo Iglesias, quien permanecerá hasta mañana en Siria y después pondrá rumbo a Rumanía, donde emprenderá una gira que acabará en Australia, en marzo de 2009.

El concierto de Julio Iglesias ha recibido una gran atención en Siria y se espera que unas 3.000 personas abarroten el anfiteatro de Bosra, en el sur del país, para ver al cantante en directo.