Años de excesos llevaron a Fergie a caer en un pozo sin fondo: perdió el dinero que ganó como joven y prometedora actriz, volvió al seno de su madre tras haber vivido en la calle... Fue entonces cuando se dio cuenta de que su vida necesitaba un cambio y para bien. Ahora, como otros muchos famosos que tuvieron sus coqueteos con las drogas, hace balance de su situación actual.

Fergie reconoce que «aprecia el valor de lo que tiene». Tras superar su adicción a la metanfetamina y el parón en seco de su carrera musical al abandonar Wild Orchid, ha cambiado mucho. Ahora es una estrella del pop con su grupo Black Eyed Peas. Está paladeando las mieles de la fama, con la cual confiesa sentirse muy cómoda a pesar de las «numerosas trampas» que ésta presenta. Paparazzi, nula intimidad, son algunos de los problemas pero Fergie confiesa «estar encantada con los gajes del oficio».