Con el libro de los periodistas Carmen Enríquez y Emilio Oliva que presenta a unos «príncipes sobradamente preparados» para reinar recién llegado a las estanterías de las librerías, Vanity Fair le dedica la portada de su número de noviembre a un rey Juan Carlos de hace 18 años. A un mes de cumplir 35 años de reinado, la edición española de la revista recupera la que fue la última entrevista concedida por Juan Carlos I. Una entrevista que hizo correr ríos de tinta. La periodista británica que la realizó, Selina Scott, recuerda aquel momento y proporciona abundante material gráfico para hablar del «rey que sólo yo conocí».

¿Por qué Vanity Fair –la revista que, antes del libro de Enríquez y Oliva publicó una «no entrevista» o entrevista indirecta con los príncipes de Asturias presentándolos como listos para tomar el cetro– desempolva ahora la historia de la periodista que le arrancó la moto al rey? Es evidente un giro en la política informativa de la Casa real (un giro que también supuso un cambio de responsables) que busca dar un mayor protagonismo al heredero y su esposa y aproximarlos al pueblo. Esta política se ha intensificado tras la intervención quirúrgica del rey, a pesar de que la Casa Real difunde también partes médicos que hablan de la total recuperación del monarca tendentes a cortar los rumores de una supuesta sucesión inminente.

El libro de más que significativo título Los príncipes, preparados para reinar llega en ese momento y en vísperas de la entrega de los premios que llevan su nombre, además de servir para contrarrestar otra publicación, controvertida pero que despertó morbo, Letizia Ortiz: una republicana en la corte de Juan Carlos I de Isidre Cunill. Los cronistas cortesanos incluyen incluso una encuesta del CIS: el 62% de los españoles defiende la monarquía y Felipe y Letizia figuran entre las diez personalidades más valoradas. Telecinco está a punto de estrenar una serie basada en su historia de amor.

A este interés por la Familia Real Española se suma otro miembro, más desconocido. La Condesa de Barcelona, madre del Rey, ha inspirado dos libros. Uno ha sido coordinado por Luis María Anson y aglutina testimonios. El otro, María la Brava, es obra de la periodista Pilar Eyre . En esta biografía, la autora no esquiva cuestiones como que pasó una prueba de fertilidad antes de casarse, soportó infidelidades y se refugió en el alcohol para superar la muerte de su hijo.

¿Y el Rey? La revista le muestra cercano, humano, incluso «coqueto» y le cede su portada, como hizo en su día con su hijo y su nuera. La diferencia, leyendo entre líneas, estribaría en que la imagen del monarca pertenece al pasado y la de los príncipes, al futuro.