Aún con el ladrillo en crisis, el Peridis arquitecto -José María Pérez (Cabezón de Liébana, 1941)- convive con el dibujante y fino observador de la actualidad política

Acaba de incorporar a la prima de riesgo a sus viñetas.

Sí, ha sido la primera vez y ahí está, rellenita y gordita, como corresponde, puesto que representa a los mercados. Es una prima de riesgo que nos da dinero arriesgando mucho porque los españoles somos poco solventes para ella.

A Rubalcaba no le bastan las botas de siete leguas que calza en sus dibujos.

Creo que no, se le ha ido rompiendo la puntera por el camino. Para salir a hacer la campaña le hacían falta unas botas de siete leguas como las del mago de Pulgarcito que, cuando las cogió él, iba de miedo con ellas.

A lo mejor tiene suerte.

Suerte, no; tiene que ser un milagro, y los milagros son carísimos. No se compran en el mercado.

A Rajoy parece que le sentaron bien las siestas.

Rajoy, ¡oye! Le dijeron sus asesores «échate a dormir porque esto lo tienes chupado» y el hombre ahí está. Ahora, que se ate los machos porque lo puede tener difícil.

¿Zapatero?

Lo han sacado a hombros pero totalmente cogido por el toro. El toro de la crisis lo cogió de lleno en sus inicios, sobre todo en mayo del año pasado, cuando tomó aquellas medidas que parece que eran necesarias pero que no gustaron nada.

Se ha quedado fuera de campo.

Sí, porque dejó sitio al segundo de a bordo, a Alfredo.

Y a Felipe González.

Felipe no necesita que le dejen sitio porque está siempre presente en nuestros corazones.

Es usted muy felipista...

No, es que es un hombre de hoja perenne. Ahí lo tienes. Es uno de los grandes sabios de Europa, o sea que no me extraña que le haya dejado sitio. Felipe nunca se fue del todo.

A Aznar le suele poner cara de malo.

De malo, no; de antipático. Él mismo dijo que en política no era necesario ser simpático. Yo sí creo que en política hay que ser simpático; es muy necesario, sobre todo cuando sales al extranjero.

¿Cómo dibujaría a Durán i Lleida?

Lo pondría en un pedestal. Con esas declaraciones que hace de vez en cuando y que a mucha gente no le gustan... Pero es un gran político y se merece un pedestal.

¿Patxi López?

El príncipe valiente. Es un tipo majete y de una gran llaneza. Lo conozco personalmente, es hijo de un gran amigo mío, Lalo López Albizu, uno de los viejos socialistas vascos. Ha hecho una cosa muy importante, que es facilitar en buena medida la convivencia en el País Vasco y marcar las líneas rojas que no se pueden cruzar.

Rosa Díez.

Rosa Díez me desconcertó, a pesar de que la conozco mucho, es de un pueblo vecino al mío. Cuando una persona está en un partido y pasa a otro, a veces desconcierta. Pero creo que es un soplo de aire fresco.

Carme Chacón.

Chacón tiene mucho futuro. Dentro de cuatro años... O de ocho... Está muy bien que una mujer haya estado al frente de las Fuerzas Armadas y que, además, haya sido madre.

Merkel.

¡Ah, Ángela! ¡Ángela mía! Ángela tiene que decirle a los alemanes que estamos todos en el mismo bote y que, si nos hundimos, se hunden con nosotros. El barco es de todos.

¿Qué me dice de Sarkozy?

Que esté más con Carla Bruni y con la niña. Un bebé y Carla Bruni, ¿qué más se puede pedir? Y, encima, quiere ser presidente de Francia otra vez. No se puede ser tan ambicioso.

¿Obama?

¡Ay, pobre Obama! Yo creo que va a volver a ganar las elecciones, si tiene suerte. Lo que no veo es que consiga lograr la paz en Oriente Medio ni la reforma de la sanidad.

¿Cómo pintaría a los últimos en llegar: Monti y Papademos?

Los pintaría a los dos con un salvavidas desinflándose. Y el siguiente en el salvavidas es Mariano [Rajoy].