Quedan horas para que empiece la Feria y, con ella, el alborozo propio de vivir una fiesta en toda regla. Aunque no todos la vivan con la misma intensidad o disfruten de su oferta toda la semana, el que menos se dará un paseo por el Centro o por el Real para dejarse llevar, aunque sea por unas horas, por la alegría sin contención de propios y extraños. Aunque el eterno debate de la Feria del Centro sigue presente un año más en tabernas, despachos e instituciones, la Feria es hoy una realidad. El flamenco, las palmas, el vino tomado en su justa medida y los bailes volverán a detener el tiempo y a teletransportarnos a una fiesta genuina que no deja de ganar adeptos.

Los expertos, y aquellos que se afanan en recuperar tradiciones, recuerdan la Feria de los 80 con nostalgia. Sevillanas, coches de caballos engalanados, peñas con sabor a Málaga y verdiales y trajes tradicionales en tropel. Pese a que la Feria no pase por su mejor momento, ya ha superado una crisis de la que se recupera a ritmo acelerado en un polo importante: la vestimenta.

Hace tres años que la malagueña ha vuelto a interesarse por el traje de flamenca y que se preocupa por ir vestida a la moda. La Opinión quiere dar una vuelta de tuerca más y ayudar a elegir el mejor traje para ir ataviada como manda la norma. Llamar la atención evitando la crítica.

La diseñadora Pilar Arregui lo tiene claro. Menos es más. Apuesta por vestidos sencillos y complementos llamativos si sólo se va a tener un traje. Recuerda que no se llevan los trajes tipo Marisol aunque sí los de corte midi -a media pierna- y, mucho menos, la flor en el pelo y la falda de lunares con camiseta anudada. Cree que este año en Feria veremos volantes grandes, pequeños y vestidos canasteros. «En volante se lleva de todo», dice. En lo que respecta a los colores, apuesta por el buganvilla, el amarillo, los estampados de flores y el sempiterno rojo, un clásico de toda la vida.

La diseñadora, de solo 32 años y en auge, se conoce al dedillo las colecciones presentadas en las pasarelas de moda flamenca, como las de Sevilla o Jerez, donde fue premiada. Su colección (en la foto, presentada junto a Amarante Pozo) obtuvo el primer premio de la Pasarela Flamenca de Jerez y el tercero en Málaga Crea 2015.

Pilar Arregui confiesa que en los últimos años Málaga se ha puesto las pilas en lo que se refiere a estilo flamenco. «Cada vez se cuida más la vestimenta, tampoco podemos pedir ir con manga larga, pero cada vez se preocupan más por ir arregladas, ya no se ponen el traje de la prima», bromea. Y es que la diseñadora reconoce que aunque un traje elegante pueda costar una media de 400 euros, también los hay más económicos y, ahí, es el complemento el que juega el papel protagonista.

De eso sabe mucho Paula Villasana, el alma mater de Victoria Real. Esta diseñadora gráfica ha conseguido hacerse en sólo unos meses con un nombre en el mundo del complemento de la moda flamenca. Sus creaciones llegaron al Rocío, a Sevilla, a Jerez y, ahora, por primera vez, a la Feria de su Málaga natal. La creadora asegura que una flor y unos pendientes son fundamentales en un look flamenco. «Las flores pueden llevarse en corona, al lado, en ramillete o en flor grande, tipo peonía dominando la cabeza», recomienda, al tiempo que recuerda que sin flores no tiene sentido vestirse de flamenca.

El siguiente complemento básico e imprescindible son los pendientes. En los últimos años han vivido un auténtico boom coronándose como los reyes de las alhajas. «Se lleva el aro de toda la vida con cruces, libélulas, hojas, con piedras, flores, lágrimas...», dice Villasana, que recuerda que no se llevan ni las pulseras ni los collares, y muchos menos de bolas como hace años.

Como no todo el mundo puede permitirse el lujo de tener varios vestidos, la diseñadora apuesta por tener distintos complementos. «Es lo que va a dar el toque, por eso deben ser atrevidos y llamar la atención. Un vestido puede ser completamente diferente si se cambian los complementos de un día para otro», reconoce, al tiempo que señala que unos buenos complementos, diseñados a medida para un traje, pueden costar alrededor de 50 euros.

Admite que la tendencia se marca en El Rocío y Sevilla y que, después, la recogen el resto de fiestas populares. Por eso juega con ventaja y sabe qué se llevará en esta Feria: peinas de flores, pendientes con atrezzo llamativo y flores de muchos colores, en especial aquellos que se llevan -aguamarina, buganvilla, amarillo y coral-.

Un buen look, en general, requiere de un buen maquillaje y de un peinado cómodo y con estilo. La maquilladora profesional Katy Navarro afirma que la mujer flamenca debe tener un maquillaje que seduzca y para eso hay que cuidar cada detalle. Una piel hidratada y luminosa y una mirada intensa y con mucha fuerza. «Para esto propongo dos opciones: El ahumado en su sitio y no muy exagerado trabajando bien la terminación,el difuminado y las pestañas y la otra opción es hacer unos ojos años 50 que queda más fresco juvenil, el eye liner bien marcado terminado de forma ascendente. Pestañas postizas, cejas bien depiladas y delimitadas». Sobre el rubor, recomienda que sea natural y no muy marcado.

En lo que se refiere a los labios, la maquilladora apuesta por el rojo, el fucsia o el coral, siempre dependiendo del color del vestido. «Debe estar bien maquillado y llevar un kit con barra de labios y lápiz de ojos para retocarse y no perder el glamour en todo el tiempo. Porque si algo hay que queda mal es ir con los labios a medio maquillar», sentencia.

Sobre el peinado perfecto para una flamenca moderna y elegante, el peluquero Boris Soler destaca que la tendencia actual para los recogidos de flamenca son moños bajos y moños laterales muy desestructurados y con algunos cabellos sueltos, muy cargados de flores o adornos en la parte superior.

Así, recomienda que, en la parte frontal donde no están los adornos, se hagan ondas al cabello.

Para completar el look solo queda elegir unos buenos zapatos -preferiblemente unas cuñas de esparto, por aquello de la comodidad, o unos tacones para las valientes-. Después de esto solo queda elegir la compañía. Feliz Feria.