­Hubo una época en la que era común encontrarse a tres o cuatro feriantes metidos entre risas en un fotomatón. Pero eso es historia desde que las cámaras digitales y los teléfonos inteligentes llegaron a nuestras vidas. En esta edición, muchos han querido innovar y han incorporado un elemento nuevo en su vida. Las manos tienen un añadido. El palo selfie se suma este año a la Feria.

No son pocas las manos que se ven tanto por el Centro Histórico como por el Cortijo de Torres con un saliente con el hacerse autofotos. Es como una nueva extremidad del cuerpo para algunos. La finalidad no es otra que subir una gran cantidad de fotografías a las redes sociales y demostrar el buen ambiente que se puede encontrar uno en Málaga estos días. No hay distinción entre la población que usa uno de estos artilugios, que cada día abundan más. Ya durante la Semana Santa eran muchos los que se hacían fotos con estas extensiones para salir en la misma imagen con los tronos de fondo. En un ambiente más ocioso, como el de la Feria, aumenta de manera considerable el uso de los mismos. Sólo falta posar y pulsar el botón del palo selfie. Tranquilos, todos habéis salido guapos en la foto.