­La presidenta de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga, Esther Ramírez, manifestó ayer que los residentes del Centro Histórico de la capital malagueña consideran la Feria en este espacio como una «barbarie» y un «asalto al Centro Histórico constante», así como que «la situación es la misma que otros años», criticando «el miedo escénico» del Ayuntamiento.

Así lo transmitió Ramírez, quien añadió que este año «las fotos que envían los vecinos son las mismas, no hay datos de que nada haya mejorado y la normativa no se ha cumplido», a pesar de la iniciativa municipal de instalar escenarios con música en directo en las plazas, apuntando que, a pesar de que «supuestamente, la gente debe abandonar el Centro a las 18.00 horas», «las calles están tomadas hasta altas horas de la madrugada» y «la suciedad es la misma».

Ramírez precisó que su colectivo no habla de «diversión, impacto económico o lo que aporta a Málaga», sino que da la visión de los 5.000 vecinos del Centro Histórico, que han sacado «las mismas fotos» de otros años, por lo que «no ha habido ninguna variación», lamentando que «no se defiende la visión del vecino».

Además, lamentó que «el Ayuntamiento deje que la gente beba como descosidos». «Aquí lo que se promociona es la borrachera continua, las 24 horas», criticó, y dijo «no entender la postura endeble» de la Corporación municipal, que tiene, a su juicio, «miedo escénico».

También criticó que desde el Consistorio malagueño no se considere «a los 5.000 vecinos del centro como una fuerza suficiente» para «contrarrestar» a los hosteleros, que son «los únicos que salen ganando» con la Feria de día.

Por otro lado, Ramírez se preguntó «si al Ayuntamiento le cuesta esta Feria más de lo que ha generado», un dato que, según aseguró, «nunca se dice». «Si lo que ha generado son 55 millones, o eso dicen, pero cuesta 80 millones, entonces produce déficit», apuntó.

También manifestó que a los vecinos del Centro Histórico les «horroriza» que «la Feria de Málaga se llegue a comparar con los San Fermines, diciendo que al menos todavía no se ha llegado a eso». «Los vecinos estamos horrorizados, porque parece que es hacia eso hacia donde vamos», criticó, reafirmando que están «seriamente preocupados».