­Una treintena de asociaciones animalistas, sindicales y políticas, entre las que destaca la Sociedad Protectora de Animales, Ecologistas en Acción, CGT y PACMA, se reunieron ayer para proclamar el fin de la tauromaquia en la plaza de la Merced. Antes de comenzar la marcha, guardaron un minuto de silencio en señal de duelo por las víctimas del atentado de Barcelona y colocaron un crespón negro en las pancartas que encabezaban la manifestación.

Los asistentes tomaron las calles de la capital al grito de «¡Tauromaquia, abolición!» para reclamar el fin de las corridas de toros. La comitiva partió desde la Merced hasta Muelle Uno, donde concluyó la marcha.

Rosario Montes, abogada animalista y portavoz de la Federación Tidus, fue la encargada de leer el pregón antitaurino. Montes aseguró que las corridas deben desaparecer porque «no puede existir el arte con violencia» y denunció que «la ley ampara la comisión de un delito». «Es injusta e impropia del siglo XXI y no es igual para todos los animales», concluyó.

Por su parte,Andrés Cardenete, delegado territorial de Andalucía del Partido Animalista, considera hipócrita que el Ayuntamiento aprobara por unanimidad la prohibición de utilizar animales en espectáculos como circos y los carruseles de ponis, pero no así los festejos taurinos. PACMA denuncia la doble moral del ente municipal y la forma en la que «los intereses económicos deciden de qué animales nos sentimos más cercanos y de cuales no» . Cardenete afirmó que el toro es «un animal manso y herbívoro obligado a luchar por su vida en el ruedo». «A medida que la civilización avanza deberían terminas las tradiciones cruentas como esta», concluyó el delegado de PACMA.

La Feria Taurina malagueña se ha saldado con la muerte de unos 75 toros, asegura Carmen Manzano, presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas. Sobre el futuro de la tauromaquia, las asociaciones coinciden en que tiene los días contados. La Estadística de Asuntos Taurinos elaborada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte realizada el año pasado reveló una tasa de asistencia anual a espectáculos taurinos de tan solo el 9,5% de la población española.