Con este sistema, la prótesis cardiaca se introduce en el corazón a través de un cateter, con lo que se evitan los riesgos de una cirugía clásica "a corazón abierto". Se realiza a través de una pequeña incisión de 5-6 centímetros en el torax o bien en la ingle y, una vez se llega al corazón, se hace una pequeña bolsa para evitar la hemorragia mientras se implanta la válvula. La intervención dura una hora y media aproximadamente.

Según Juan Martínez León, director del Instituto Cardiovascular, ésta es "una técnica muy novedosa, que tan sólo se realiza en unos pocos hospitales europeos y americanos, ya que requiere equipamiento y personal altamente cualificado". De hecho, el Instituto Cardiovascular del General de Valencia es "uno de los primeros centros españoles en hacerla y el único en la Comunidad Valenciana".

La "gran ventaja" es que al paciente no se le tiene que hacer la circulación extracorpórea, que consiste en una máquina que hace las veces de corazón (impulsa la sangre a presión), pulmón (la oxigena) y riñón, si es necesario, (la filtra) permitiendo que el corazón y pulmón propios estén sin sangre y en reposo, mientras que el resto del cuerpo se mantiene con su flujo correspondiente de sangre oxigenada que proviene de la máquina. Además, con esta cirugía convencional la longitud de la incisión es de 25 centímetros.

Por contra, Martínez León explicó que la nueva técnica de implantación de válvulas cardiacas está indicada "en pacientes de muy alto riesgo quirúrgico, en los que estaría contraindicada la cirugía convencional". El programa de implante de válvulas cardiacas a través de cateter se ha iniciado hace unas semanas de forma "continua y estable".

Según Salvador Morell, presidente electo de la Sociedad Valenciana de Cardiología y coordinador de Cardiología del Instituto Cardiovascular, "es un avance muy significativo para un grupo de pacientes que hasta el momento tenían muy pocas posibilidades de tratamiento". Asimismo, "abre nuevos cauces para pacientes remitidos de otros hospitales de la Comunidad Valenciana". Ambos especialistas coinciden en que esta técnica mejora la cartera de servicios del Instituto Cardiovascular, que ya se sitúa en "el mejor nivel europeo".