La revolucionaria española Dolores Ibárruri inspiró al modisto Franck Sorbier su colección de lujo para la próxima temporada invernal, que ayer se convirtió en el primer desfile virtual de la alta costura francesa, presentado por internet y también en el Circo de Invierno.

Los invitados que acudieron a su cita con Sorbier pudieron contemplar en vivo dos modelos, de los 25 ideados por el artista, correspondientes a otras tantas mujeres "que podían ser ´pasionarias´ en medios científicos, artísticos políticos y otros", explicó. La colección completa podía verse dibujada, sobre caballete, y también por internet, en una pantalla donde se proyectaban esos mismos dibujos en movimiento, sobre una pasarela virtual, a la que mañana podrá tener acceso todo aquel que lo desee y disponga de una conexión a la Red.

Problemas presupuestarios imprevistos hasta hace dos meses, impidieron a Sorbier confeccionar todos sus modelos, pero no quiso dejar sin concretar el trabajo ya efectuado ni faltar a la cita que desde 1999 tiene con la alta costura francesa, de la que es miembro oficial desde 2005, lo que le llevó a optar por el desfile virtual. Los dos conjuntos mostrados en vivo se hicieron "con cero euros", el bello impermeable multicolor, largo hasta el suelo, con el que ilustró su visión de Madre Teresa, porque fue construido con plásticos reciclados.

El vestido blanco sobre el que se portaba, creado a mano, por supuesto, con esmerada técnica, como el impecable traje pantalón y sombrero destinado a evocar la figura de George Sand, tampoco supuso un enorme coste, pues sus materias primas estaban ya en su taller o se las dieron sus amigos, comentó.

La cita parisina con la alta costura también trajo ayer los diseños del afamado Jean-Paul Gaultier, con mujeres aladas, con plumas o sin ellas, como pájaros, o con etéreas protuberancias, boleros jaulas o minicapas hechas de enredos de terciopelo.