Edson Flavio Machado, quien reside en el área metropolitana de la ciudad de Belo Horizonte, dijo al portal Terra que su intención es que, cuando fallezca, nadie tenga duda de lo que le causó la muerte.

Confesó que fuma dos cajetillas de cigarrillos por día y que, pese a los temores, ni siquiera ha pensado en dejarlo.

Lo que sí ha dejado claro es su deseo de dejar una lección para todos: "no empiecen nunca a fumar", apuntó.

También dijo que al morir dejará instrucciones para que se proponga su inclusión en el Libro de Récords de Guinnes, como el primer hombre que fue "enterrado en su propio vicio".