"Me he llevado una sorpresa al ver este edificio". Se refería el artista Gustavo Torner al Museo del Patrimonio, el recinto que acoge desde ayer y hasta el 31 de agosto la doble exposición dedicada a medio siglo (1955-2005) de creación y reflexión.

Torner, uno de los fundadores de la denominada escuela conquense, estudió Ingeniería Forestal pero pronto encontró una forma de combinar sus dos devociones: expresando a través de sus creaciones artísticas su pasión por la belleza de la naturaleza. Paisajes, rejas o muros componen la primera de las muestras abiertas ayer, la que corresponde a una serie de 30 fotografías de 1955.

Las obras que corresponden a su producción reciente, las de 2005, se articulan en ´Ni orden ni caos´, colección pictórica, y ´Complemento torcido´, escultórica, series realizadas ambas por procedimientos matemáticos y estudios de geometría. De nuevo expresión personal e ingeniería al servicio de la creación contemporánea. El propio Gustavo Torner también ve la coherencia, y asegura que las dos muestras no presentan tantas diferencias como se podía esperar de colecciones separadas por medio siglo. Pero no prosiguió en su análisis: "Al artista no le gusta hablar de arte. Es a los demás a los que les corresponde hacerlo para enjuiciar o valorar las obras".

Referente. El director de la Fundación Rodríguez Acosta, José Manuel Luna Aguilar, dio cuenta ayer de los logros artísticos de Gustavo Torner, "un referente del arte contemporáneo": "Nadie que quiera conocer el arte español puede prescindir de su presencia plástico".

Nacido en Cuenca en 1925, Torner es una artista polifacético que ha hecho prácticamente de todo: desde pintura vanguardista hasta monumentales esculturas. No en vano es uno de los grandes introductores de la modernidad en la España gris de la posguerra. Por eso, como aseguró ayer el alcalde, Francisco de la Torre, "es un lujo que Gustavo Torner exponga en Málaga".